Los obreros siderúrgicos británicos amenazan con una huelga nacional

Se ha vuelto a agravar la situación de crisis permanente que desde hace unos años vive la industria siderúrgica británica, tras la decisión del comité ejecutivo de la Iron and Steel Trades Confederation (la más poderosa agrupación de sindicatos del sector), de convocar una huelga nacional a partir del próximo 6 de agosto, como protesta por las tácticas que emplea la empresa British Steel Corporation en su afán de cerrar las plantas y factorías presuntamente improductivas.Esta convocatoria de huelga general sirvió para suspender

traumáticamente la conferencia anual que estaba celebrando el ejecutivo de dicha confederación sindical, en Scarborough, muy poco después de que los 140 delegados fueran informados sobre el proyecto de la BSC (el organismo que administra las actividades de este sector nacionalizado en Gran Bretaña) de cerrar la factoría de Bilston a partir de marzo del año que viene. El secretario general de la confederación, Bill Sirs, fue entusiásticamente aplaudido por todos los delegados cuando anunció el inicio de la huelga para el 6 de agosto.

De confirmarse, el de Bilston será el última de una serie de cierres de factorías, con los que los directivos de la British Steel Corporation tratan de reducir en 28.000 el número de trabajadores del sector. El programa de reducción de mano de obra comenzó con la clausura de la planta de Hartlepool, el pasado mes de diciembre, y prosiguió con la de las factorías de East Moors y Ebbw Vale. Portavoces de la misma confederación sindical informan que las plantas de producción de Shotton y Corby siguen a la de BiIston en una lista negra de cierres.

Esta amenaza de huelga nacional en un sector básico se produce cuando el partido del Gobierno está ahora más necesitado que nunca del apoyo de los sindicatos, en un momento en que todo hace predecir la proximidad de una convocatoria a elecciones