Los agentes únicos de la EMT no aceptan el billete reducido
Los empleados de la Empresa Municipal de Transportes que ejercen como agentes únicos -cobradores y conductores- en las líneas de autobuses de la ciudad se han negado a retirar de las agencias recaudadoras los talonarios de billetes destinados a controlar el número de ancianos que utilicen el servicio acogiéndose al billete reducido de dos pesetas. Las razones de esta negativa, según fuentes del comité de empresa, están en que el expender estos billetes supone un recargo de trabajo, ya suficiente de por sí, además de que considera que los ancianos de la ciudad deberían utilizar este medio de transporte en forma totalmente gratuita, dadas las bajas pensiones que perciben.La negativa de los trabajadores se hizo firme a raíz de la asamblea que se celebró anteayer, en el curso de la cual los trabajadores ratificaron la decisión que previamente había sido adoptada por el comité de empresa durante una reunión que mantuvo con el alcalde, en presencia del director de la EMT, el presidente de la Comisión Informativa de Circulación y Transportes del Ayuntamiento y el delegado de Circulación.
La solución que se apunta como posible a esta situación -que está retrasando la puesta en funcionamiento de los casi 30.000 pases que ya han sido concedidos para gozar de esta reducción en el billete- es la de que, en lugar de que hayan de ser los cobradores los que vendan los billetes, éstos sean facilitados a los ancianos con anterioridad a su llegada al autobús, de forma tal que en el momento de subir a este medio de transporte, tan sólo tengan que enseñar el correspondiente pase y facilitar al cobrador el billete ya pagado de antemano.
Incluso con respecto a este punto existe cierta discrepancia entre la empresa y sus trabajadores, ya que, en tanto que el Ayuntamiento piensa que el número de billetes por talonario debería ser de unos diez -que serían vendidos al precio de quince pesetas, con lo que, en lugar de costar dos pesetas cada billete, su precio sería de 1,50-, los trabajadores opinan que el número de billetes por taco debería ser de veinticinco.
Fuentes municipales consideran esta postura de los trabajadores como «una maniobra política de cara a las municipales».
