España desperdició su gran oportunidad
España perdió la gran ocasión de su historia para ganar a Brasil. En un pésimo partido de ambos equipos tuvo las mejores oportunidades de gol, especialmente una de Cardeñosa a un cuarto de hora del final, resultó muy triste presenciar un partido tan malo después de haber visto a italianos o suecos días anteriores. La inoperancia de ambos equipos fue total.El primer tiempo no pudo ser peor. Realmente lamentable. El hecho de que el campo estuviese en muy malas condiciones no eximió a ninguno de los dos equipos del ínfimo juego empleado. El miedo, desde luego, era mutuo, pues las dos selecciones se jugaban mucho, pero pareció aún mayor en España, que hasta los diez minutos no pasó del medio campo. Brasil, aunque jugaba aún peor que contra Suecia, sin fuerza y andando, ejercía un Pressing que no dejaba mover al nuevo equipo de Kubala. Sin embargo, España empezó a jugar con rapidez, abriendo el juego a los extremos y eso bastó para desconcertar a un limitado equipo brasileño. Uría escapó dos veces por la banda derecha y sus centros llevaron el único verdadero peligro de los primeros 45 minutos. El gijonés jugó por esa banda y no sólo contuvo a Edinho, sino que cumplió al ataque. Juanito, en cambio, volvió a estar desafortunado y Santillana, que apenas tocó el balón, no pudo conectar sus cabezazos.
La suerte española, por llamarlo de alguna forma, fue que el centro del campo brasileño no existió con entidad casi nunca. Con lo poco que jugaron Asensi, Leal y Cardeñosa se bastaron para imponer su mando hasta la primera media hora. Cerezo es un jugador desgarbado, frío e ineficaz; Dirceu no funcionó como sustituto de Rivelinho, aunque éste tampoco hubiera solucionado gran cosa, y Batista se oscureció totalmente. Dentro del 4-4-2 que planteó Kubala con las subidas de Uría al ataque hasta convertirse aIguna que otra vez en 4-3-3, la defensa cumplió. San José no necesitó demasiado esfuerzo para anulara Zico -un Pelé blanco desastroso- Marcelino a Toninho y Migueli a Reinaldo.
Brasil jugó tan mal que hizo buena a España. El único peligro del lamentable equipo que ha preparado con tanto tiempo Coutinho lo proporcionó en los primeros 45 minutos Olmo al ceder mal a Miguel Ángel y rebotar el balón en el larguero. La selección brasileña, aunque parezca increíble, no había rematado a puerta en los primeros treinta minutos. Sólo Zico y Nelinho se dedicaron a tirar fuera las faltas a balón parado. El fallo de Olmo, sin embargo, descompuso algo a España, que aflojó los marcajes en el centro del campo, y ello permitió dominará Brasil hasta el descanso, aunque sin peligro.
El segundo tiempo comenzó mal para España, pues su centro del campo se vio desbordado continuamente. Olmo, que se mostró tan eficaz y seguro como suele ser habitual en él, salvó varios fallos de Leal y Asensi en última instancia. Una nueva falta lanzada por Nelinho la detuvo en gran intervención Miguel Ángel. Brasil no era superior a España, pero su empuje parecía ser mayor. La sombra de los malos segundos tiempos de la selección flotó por el campo. Sin embargo, el fruto de los centros sobre la cabeza de Santillana estuvo a punto de madurar cuando uno de ellos superó a Leao en su salida y dejó completamente solo a Cardeñosa. Con el guardameta brasileño fuera de su puerta y con tiempo suficiente para marcar, pese a la presencia de Amaral en la misma línea, el bético falló el gol más claro de su vida. El negro brasileño pudo despejar sin problemas al irle el balón a la pierna izquierda, y España perdió así a un cuarto de hora del final la oportunidad de ganar el partido. El colmo hubiese sido que a dos minutos del término Oscar rematara bien un centro de Toninho.
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