Orden, no grúa
Hace días sufrí la sustracción de mi coche por parte de la grúa, llamada «municipal». La causa es tan injusta como muchas de sus actuaciones: obstaculizar el giro a la izquierda. Mi calle es de doble dirección y está terminantemente prohibido el giro a la izquierda. El coche impedía que el conductor de la grúa cometiera esa infracción y por eso mismo se lo llevaron.Posteriormente fue trasladado a un aparcamiento subterráneo privado. Una vez más, unos pocos capitalistas, cuyo único fin de vivir parece ser el lucro a costa de los demás, son los que mueven los intereses del Ayuntamiento. Por si no fuera suficiente beneficio, son empleados unos aparcamientos (sin apenas utilización pública y por tanto sin rentabilidad) para dejarle a sus propietarios unos cuantos duros en concepto de permanencia. ¿,Qué otras personas, parientes, amigos o influyentes van a seguir aprovechándose del Ayuntamiento, que en definitiva deberíamos ser nosotros mismos? ¿Por qué las medidas no van encaminadas a ordenar el tráfico, los transportes públicos, los estacionamientos, etcétera, en vez de dejarlo todo como está y aprovecharse de una situación corrupta?
Como considero que el fin de la actual grúa es fundamentalmente el lucro, no cito el lugar donde ocurrieron los hechos, pues durante más de cuatro años unos doscientos coches diariamente se encuentran en mi misma situación; desde hace unas semanas algún despabilado «gruista» se dedica a hacer su agosto con coches que no nos han estorbado jamás, y no sea que a partir de la carta aparezcan las gruas como moscas...
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