La Junta de Portavoces no consiguió un acuerdo que restableciera el consenso
Los grupos parlamentarios, en las reuniones que celebraron ayer por la mañana, previas al debate en la Comisión Constitucional, no llegaron a ningún acuerdo sobre la redacción del artículo 63 del anteproyecto de la Constitución, dado que el representante de Alianza Popular, Manuel Fraga, se negó a aceptar ninguna modificación sobre el texto de la ponencia y a que se introdujera -tal y como solicitaban los socialistas, comunistas y minorías- una mención expresa a la proporcionalidad que debía existir entre el número de diputados por cada circunscripción y el número de habitantes de la misma.Unión de Centro Democrático no llegó a expresar claramente su postura a este respecto en esa reunión de la Junta de Portavoces, que se inició a las diez y media de la mañana, en el salón del Palacio del Congreso denominado «del Consejo del Reino». Consideraron los representantes de UCD que la actitud negativa de AP invalidaba toda negociación o discusión. Cada grupo quedó entonces en libertad de defender sus enmiendas.
La reunión se prolongó hasta última hora de la mañana con el estudio de los artículos siguientes, hasta el número noventa, pero sin que los distintos grupos mostraran ningún espíritu consensual.
Según las fuentes de UCD consultadas por EL PAIS, el presidente Suárez y los portavoces del partido -que celebraron el miércoles por la noche una reunión en el palacio de la Moncloa- decidieron que los comisionados adoptaran una actitud flexible en la reunión de portavoces. Al parecer, se consideró inaceptable la mención expresa a que se fijara un número determinado de diputados -cuatrocientos proponían los socialistas- Se estimó posible una fórmula que dijera que el Congreso se compondría de un mínimo de 350 diputados y un máximo de cuatrocientos. «La actitud negociadora de UCD no pudo ni tan siquiera ponerse de manifiesto, dado que Alianza Popular se mostró absolutamente contraria y quedó patente que sería imposible lograr la unanimidad», añadieron.
Las mismas fuentes estimaron, sin embargo, que la propuesta socialista de mencionar la proporción entre el número de diputados y el número de habitantes por cada circunscripción sobrepasaba la mera filosofía de evitar, por ejemplo, que Soria tuviese el mismo número de diputados que Barcelona, llevando el ejemplo al extremo. «Esa filosofía mínima está fijada ya por el apartado primero del mismo artículo, cuando afirma que el sufragio será universal, libre, igual, directo y secreto», prosiguieron. «Lo que pretende el PSOE, por el contrario, es prejuzgar el sistema electoral concreto. »
Por su parte, los comisionados socialistas se incorporaron a la reunión de la Junta de Portavoces con la creencia de que sería posible llegar a un acuerdo. Según un destacado diputado socialista, su grupo fue informado el miércoles por el líder de la Minoría Catalana, Miguel Roca, de que el presidente Suárez estaba dispuesto a que se incorporara en líneas generales la propuesta del PSOE (este extremo fue desmentido por el secretario de coordinación de UCD, Rafael Arias-Salgado). Debido a esta creencia, los socialistas quedaron sorprendidos cuando comprobaron, ayer por la mañana, en la reunión previa, que UCD se limitó a señalar que aceptaría la propuesta socialista sólo en el caso de que existiera unanimidad entre todos los grupos parlamentarios, unanimidad que no se produjo al expresar su negativa Manuel Fraga.
Las consecuencias de esta situación se traducirán en la Comisión Constitucional, durante los próximos días, en la defensa por parte de los socialistas de la mayoría de las enmiendas que presentaron en su día a los artículos que quedan por dictaminar. Además de los artículos 63 y 64, que han dado origen a la situación actual, se espera que se produzcan debates extensos en los artículos 85 convocatoria de referéndum por parte del Rey) y 92 (nombramiento del presidente del Gobierno).
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