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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

El consenso opresor

Tengo el convencimiento de que también esta carta irá a parar al «independiente» cesto de papeles molestos al que ustedes han hecho llegar otras cartas mías, verbigracia cuando intenté replicar al señor Sánchez Ferlosio Mazas. Sé de sobra que usted es el dueño de ese cesto «independiente » de papeles molestos; pero también sé que su periódico, ni es el único, ni es lo independiente que su cabecera proclama.Exprimiendo el sabroso editorial del jueves 25 de mayo, resulta que la opinión oficial de su periódico es como sigue: una democracia puede y hasta debe oprimir a, las minorías, cuando su periódico decreta que alguna de esas minorías fue en otro tiempo «minoría-oprimente ». A esto no se le llama. democracia, a esto se le llama revanchismo; señor director.

Gracias por el aleccionador editorial del jueves 25 sobre el concepto de democracia que su periódico tiene. Hablando se entiende la gente.

Claro está que de esa que su periódico llama «anterior minoría oprimente» queda excluido el procurador por Segovia en las cortes franquistas, señor Abril Martorell, puesto que tuvo la capacidad de cenarse en una noche-madrugada (con la consiguiente presumible lucidez mental), veinticinco artículos de la futura Constitución de todos los españoles. El que eso se hiciera de espaldas a seis millones de votantes y sorprendiendo la buena fe de su grupo parlamentario, eso no quita valor democrático a la cena constituyente. Claro está que no, la cena constituyente había sido con el revanchismo democrático, que para su periódico es la democracia sin más.

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El amén de dieciséis parlamentarios ucedistas a la cena constituyente; eso sí que es democracia para su periódico. Pero resulta que ese amén, a mí me recuerda demasiado a la gestación de ciertas leyes orgánicas no tan lejanas, no menos que a la gestación de la flamante constitución soviética.

Mucho agradecería al señor Abril Martorell y, sobre todo, al último de los cuarenta de Ayete (hoy presidente del Gobierno de UCD), nos explicasen a sus seis millones de votantes cómo piensan contrarrestar la desbandada que las cenas constituyentes están provocando. O ¿es que se trataba, desde el principio, de conseguir que la próxima minoría mayoritaria tenga que ser la de un revanchismo marxista? La más elemental honradez exige que esto nos lo hubieran dicho, bien claro, antes del 15 de junio de 1977.

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