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Acuerdo en el convenio de hostelería de Málaga

Si, como es previsible, los empresarios garantizan la no aplicación de sanciones, el conflicto de hostelería de la Costa del Sol, que con diversas incidencia se ha prolongado durante dos meses, puede darse por concluido.

Esta fue la condición que pusieron el pasado domingo los delegados de los trabajadores reunidos en la AISS de Málaga, tras contabilizar el voto afirmativo de sus representados sobre la última oferta empresarial. El balance arrojó 3.702 votos a favor de firmar el convenio, 2.868 en contra y 283 abstenciones de un total aproximado de 150 empresas.Una idea de los estrechos márgenes en que había entrado últimamente la negociación puede darla la última reunión que congregó a ambas partes en el Gobierno Civil durante toda la noche del jueves al viernes. Después de esta sesión exhaustiva, los empresarios accedieron a modificar su oferta económica, no en el aspecto cuantitativo, pero sí en adelantar a julio parte del aumento previsto para octubre por la incidencia del coste de la vida. En el acuerdo final y en lo

que se refiere a los puntos económicos está la única característica general a todos los subsectores de la hostelería malagueña (hoteles, pensiones, restaurantes, tabernas, etcétera), que han establecido una complicada tabla salarial sin acceder a la petición de un salario mínimo de 28.400 pesetas para todos los sectores, como pedían en principio los trabajadores.

De este modo, los sueldos mínimos se sitúan en las siguientes cantidades: 22.500 pesetas (hoteles), 22.000 pesetas (pensiones), 23.500 (discotecas) y 20.000 (tabernas). A estos sueldos mínimos brutos habría que añadir en hoteles y discotecas pluses llamados culturales y de mil y 4.000 pesetas, respectivamente. También hay que hacer constar el sistema de porcentaje sobre la recaudación diaria que viene a engrosar los salarios según un complicado

sistema que se ha mantenido en todos los sectores, pero ha desaparecido en los hoteles.

Durante todo el día de ayer permanecieron reunidos en la AISS empresarios y trabajadores para dar forma al acuerdo, «pues lo que estamos deseando es firmarlo cuanto antes», según afirmaba uno de los empresarios. El tema de las sanciones no había sido concretado a la hora de redactar estas líneas, aunque se esperaba que no fuese un obstáculo insalvable. En concreto, el problema se centra en aquellas empresas que dieron de baja en la Seguridad Social a sus empleados durante el pasado lock-out, lo que puede repercutir negativamente en los trabajadores contratados por temporada a la hora de acceder al desempleo.

Por otro lado, la CSUT, central minoritaria en la hostelería malagueña que se encuentra prácticamente copada por UGT y Comisiones, ha anunciado que discrepa de los términos del acuerdo y que no firmará el convenio.

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