Síntomas de "la enfermedad del legionario" aparecieron también en España
En efecto, investigadores médicos relacionados con la Organización Mundial de la Salud (OMS) creen haber hallado una identidad entre la misteriosa enfermedad que causó la muerte de las citadas veintinueve personas en Filadelfia y la que sufrieron varios turistas británicos en Benidorm (Alicante) en 1973.Expertos británicos y españoles han descubierto que lo que pasó en ambos casos se debe en parte a los efectos que un cambio brusco en el modo de vida puede tener en seres humanos.
El estudio angloespañol se inició cuando 164 personas de las 252 que habían acudido a Benidorm en un viaje organizado desde Gran Bretaña presentaron síntomas similares de malestar físico al regresar a sus puntos de partida.
El informe en el que se recoge este estudio, publicado ahora por la OMS, señala que 86 de los turistas enfermos sufrieron idénticas dificultades respiratorias combinadas con malestares digestivos.
Al menos uno de los tres casos mortales de neumonía que se produjeron como consecuencia de esta enfermedad generalizada presenta rasgos similares a los que se advirtieron en los exámenes forense llevados a cabo tras el fallecimiento masivo de Filadelfia. Esto ha hecho creer que podría ser la misma bacteria la que actuara en ambos casos.
Los veintinueve muertos de Filadelfia eran componentes de una asamblea de legionarios estadounidenses que se reunían en aquella ciudad en una de sus juntas habituales.
La OMS ha anunciado que está en camino un amplio estudio de las similitudes que se advierten en ambos casos. De momento, los médicos que las estudian han advertido de los problemas sanitarios que se producen como consecuencia de los viajes turísticos organizados, que afectan sobre todo a viajeros inexpertos. Los cambios de clima, los efectos psíquicos y físicos del viaje, la nueva dieta, el medio ambiente distinto y el exceso de alcohol son elementos que producen una alteración grave del organismo.
Los mismos elementos afectaron a los legionarios norteamericanos si se confirman los supuestos médicos. En este último la gravedad de las consecuencias fue mucho mayor que la que hubo tras la alarma producida entre los turistas británicos de Benidorm.
Para explicar la misteriosa enfermedad de los legionarios se había citado hasta ahora como causa probable el carbonilo de níquel. En otra ocasión, investigadores norteamericanos habían señalado a una bacteria de nombre y características indeterminadas como responsable de aquella devastadora enfermedad.
La posibilidad de que el caso de los turistas de Benidorm y el de los legionarios de Filadelfia tengan un origen parecido no se plantea ahora por primera vez.
Betty Hooper, miembro del Centro de Control de Enfermedades de Estados Unidos, señaló en octubre del pasado año que la enfermedad de Benidorm podría ser también la enfermedad que padecieron los legionarios en julio de 1976.
Los especialistas que se han referido hasta ahora al tema de la enfermedad de los legionarios coinciden en reflejar los síntomas de neumonía que padecen las víctimas de esta bacteria asesina. Uno de los aspectos que han hecho buscar similitudes entre el caso estadounidense y el caso alicantino señala precisamente a un cierto tipo de neumonía como causa directa de la enfermedad y de las muertes que ha originado aquélla.
En total, lo que se ha dado en llamar la enfermedad de los legionarios causó la muerte de cincuenta personas en Estados Unidos. No sólo afectó a los asistentes a la famosa reunión de Filadelfia. No se han descubierto hasta ahora elementos de juicio ciertos que identifiquen la causa de este mal con el que tradicionalmente origina la neumonía. La misma bacteria es responsable en Estados Unidos, cada año, de la hospitalización de cerca de 2.000 personas, que ingresan en estado grave en la mayor parte de los casos.
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