"Vi acercarse el tren y grité a los pasajeros que se arrojaran al suelo"
«Después de los últimos accidentes que se han registrado la mayoría de la gente estaba inquieta, sin saber a qué se debía la parada», comentó a EL PAIS un estudiante de medicina, R. A., que viajaba en el primer tren. «Cuando vi que se acercaba el otro convoy grité a los pasajeros que se arrojaran al suelo y la mayoría lo hizo así. Quizá gracias a esto no se produjeron casi heridos en este vagón.»La confusión que se registró en el túnel después de la colisión fue muy intensa. La oscuridad era completa y los primeros pasajeros en descender de los trenes, después de activar las palancas de apertura de seguridad, corrieron hacia la estación de Sol, donde relataron lo sucedido. Según el testigo antes señalado había un clima de histeria considerable, ya que lo único que podía verse eran los fogonazos de los tendidos eléctricos.
«Los primeros médicos que llegaron procedían de la Dirección General de Seguridad. Mientras tanto, ya habíamos empezado a asistir, los que estábamos ilesos y más serenos, a los heridos o histéricos. Yo creo que las tareas de rescate han funcionado con rapidez, en media hora ya había incluso ambulancias y bomberos. No es por echar leña al fuego, pero resulta lamentable que los que más cerca estaban, que eran los propios empleados del Metro, hayan sido los que más tarde han acudido a los vagones.» Esta descripción de los primeros momentos del rescate la facilita también el estudiante de Medicina antes citado, el cual ha perdido sus libros y la chaqueta en el accidente, pues tanto aquéllos como ésta los utilizó como almohada para dos heridos.
También, según este testigo del accidente, desde los primeros momentos después del choque se pudieron abrir las puertas de los vagones, lo que, en parte, disminuyó el clima de pánico que se produjo al quedar el túnel a oscuras.
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