Sorpresa en La Coruña por el cese del gobernador civil

En los medios políticos coruñeses causó sorpresa el cese inesperado del gobernador civil de la provincia, Antonio Pol, hasta el punto de que los dos diarios de la capital dedicaron ayer al tema inusitada atención que, en el caso de El Ideal Gallego, comprendió incluso la publicación de un editorial en defensa radical de la gestión del gobernador destituido el martes.

Para este rotativo coruñés de la Editorial Católica, «cada vez aparecen indicios de que por muchas elecciones que haya, por muchos cargos representativos que se vayan ocupando, y por muchos hábitos democráticos que se introduzcan, las destituciones arbitrarias -y si no arbitrarias, sin explicaciones para los gobernados- seguirán todavía aplicándose como en los mejores tiempos de Franco».

El otro diario coruñés, La Voz de Galicia, recoge unas declaraciones del señor Pol, en las que contesta sobre un pasado enfrentamiento suyo con el ministro del Interior, Rodolfo Martín Villa, a raíz de las ocupaciones de casas en el barrio ferrolano de Caranza.

Sin embargo, no todo fueron flores para el gobernador cesado de La Coruña, que tuvo en los opositores a la autopista del Atlántico a sus peores enemigos seguramente. Estos, precisamente ayer, y después de conocer la destitución, entregaron a los periódicos un escrito avalado por más de setecientas firmas en el que acusan a Antonio Pol de haber ordenado en varias ocasiones la intervención de la policía antidisturbios contra los afectados que se oponían a la ocupación de sus tierras sin haber antes negociado una solución.