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No habrá verbenas nocturnas en el barrio de Malasaña

El barrio de Malasaña celebrará este año sus fiestas con una notable restricción en el tradicional programa de festejos. La nueva junta directiva de la asociación de vecinos, responsable de la organización, ha preferido enfocar las fiestas hacia los niños y mayores, mientras que las verbenas nocturnas, en las que otros años ha participado toda la gente joven de la zona, han quedado relegadas a un segundo término.

El grueso del programa consiste en concursos para niños, pasacalles, charangas y conferencias. El día 2 de mayo, fecha en que empiezan los festejos, que durarán tres días, y en el que se celebran los actos de mayor convocatoria, será cuando se celebre el único baile de todas las fiestas. El programa dice que se celebrará a las seis de la tarde. Parece que no habrá nada por la noche. Durante esa verbena se procederá a la elección del majo y la maja del barrio. Para mayor diversión vecinal, a la junta directiva de la asociación de vecinos se le ha ocurrido celebrar un concurso de mantones y otro de balcones. Para el primero, las mujeres del barrio desfilarán por una pasarela a fin de exhibir los mantones, y para el segundo se ha pedido a los vecinos que engalanen sus balcones con los objetos más decorativos. La comisión vecinal se encargará de premiar al mejor ornamentado.El programa de las fiestas del 2 de mayo en Malasaña ha levantado ya airadas críticas entre una parte del vecindario. Si por un lado se cuestiona la idoneidad de celebrar concursos competitivos entre los niños, la parte más discutida es la supresión de las diarias verbenas que otros años se han celebrado.

Los incidentes registrados el pasado año en el recinto de la plaza habían hecho pensar a algunos que la supresión de las verbenas procedía del Gobierno Civil. Sin embargo, el gabinete de prensa de este organismo aseguró a EL PAÍS que el gobernador civil, Juan José Rosón, todavía no había firmado los permisos para la celebración de las fiestas, y que no había noticias de que, previamente, hubiera impuesto la supresión de alguno de los puntos del programa.

Todo parece reducirse a una diferente manera de concebir las fiestas entre la junta directiva de la asociación de vecinos y una gran parte de los vecinos del barrio. No hay que olvidar que las fiestas de Malasaña han sido hasta ahora unas de las pocas con auténtico carácter popular. Sus tradicionales verbenas han servido de disfrute no sólo para los muchos jóvenes que viven en la zona, sino para que también se sumaran a ella los ancianos e incluso los niños. Además, el hecho de que los bailes se caracterizaran por ser típicamente madrileños -chotis, pasodobles- ha hecho hasta ahora que numerosas personas procedentes de otros barrios participaran en las fiestas del 2 de Mayo.

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