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Persisten las "diferencias sustanciales" entre Estados Unidos e Israel

Las conversaciones entre el ministro de Asuntos Exteriores israelí, Moshe Dayan, y el secretario de Estado norteamericano, Cyrus Vance, finalizaron ayer sin que se registrara ningún progreso notable, y con el reconocimiento de que entre Tel-Aviv y Washington persisten «diferencias sustanciales».El ministro israelí señaló que debe consultar algunos aspectos con su Gobierno y, especialmente, con el primer ministro, Menahem Begin, que llega a Norteamérica mañana, domingo, y que se entrevistará la semana próxima con Vance y con el presidente Carter. Las consultas estarían destinadas a «clarificar» varios puntos de la propuesta de paz israelí, que incluso Washington considera inaceptable para los árabes en su formulación actual.

En unas declaraciones exclusivas al New York Times, Moshe Dayan dijo ayer que, aunque permanecen diferencias fundamentales entre la postura de su Gobierno y la de la Administración Carter, las relaciones entre los dos países «no son malas». Dayan añadió que sus conversaciones con Vance habían estado dirigidas a la búsqueda de fórmulas que permitan romper el actual impasse, y que se centraron en temas como la orilla occidental del río Jordán y el corredor de Gaza, así como el futuro del millón de palestinos que vive en zonas ocupadas por Israel.

Aseguró Dayan que no había tratado con su colega norteamericano sobre la venta de aviones de combate a Egipto y Arabia Saudita. Al parecer, los norteamericanos dejaron bien claro desde el principio que una declaración de Dayan contra tales ventas se consideraría por Washington una injerencia en sus asuntos internos.

Ello no impidió a Dayan entrevistarse con algunos senadores opuestos a la venta, que deberá ser aprobada por las dos Cámaras del Congreso, y decir que Israel se opone a que se incluyan sus aviones en el mismo «paquete» que los prometidos a los árabes, que consideran que la entrega de estas armas a Egipto y Arabia Saudita pone en peligro la seguridad de Israel.

El ministro israelí negó que hubiera dicho estar dispuesto a renunciar a los aviones prometidos por Estados Unidos, si con ello impedía la venta a los árabes, y dijo que Israel necesita esos aviones para su defensa.

Mientras tanto, continúan las negociaciones de la Casa Blanca con el Congreso para encontrar una fórmula de compromiso que permita al «paquete» de venta de armas obtener la aprobación del poder legislativo, posiblemente introduciendo restricciones al uso de los aparatos en el contrato.

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