La principal compañía canadiense abandona Quebec

La compañía de seguros más importantes de Canadá, Sun Life Assurance Co., decidió ayer el traslado de sus oficinas centrales desde la ciudad de Montreal, en la provincia francófona de Quebec, a la de Toronto, en la predominantemente anglófona de Ontario, a causa de las tesis secesionistas defendidas por el primer ministro provincial de Quebec, Rene Levesque.

La decisión se adoptó por abrumadora mayoría en una votación celebrada por los accionistas en un hotel de Toronto, y pese a que la postura del Gobierno federal de Ottawa (que es accionista de la compañía) es que la retirada de la central de la compañía de Montreal podría afectar a la unidad del país y mostrar una falta de fe en el futuro de Quebec, como parte integrante de la confederación canadiense.Desde que el Parti Quebecois de Rene Levesque ganara las elecciones provinciales, en noviembre de 1976, defendiendo una mayor autonomía para la provincia francófona e incluso la secesión de ésta de Canadá, han sido numerosos los inversores que, discretamente, han buscado zonas más seguras en las provincias de habla inglesa o en los vecinos estados norteamericanos.

El Gobierno provincial de Quebec se opuso desde el primer momento a la intención mostrada por la Sun Life de abandonar Montreal como centro de operaciones, y ayer no faltaron las acusaciones de «sabotaje económico» contra la compañía, la más importante del país y más antigua, incluso, que la confederación canadiense.

Una reciente ley, aprobada por la Asamblea Nacional de Quebec, dispuso que el idioma francés debe utilizarse en las operaciones comerciales, lo que causó irritación entre los ejecutivos de habla inglesa y contribuyó también a la retirada de la Sun Life de Montreal.

Se calcula que unas 30.000 personas abandonaron Quebec desde la llegada al poder de Rene Levesque, quien ha prometido un próximo referéndum en el que se decida el grado de autonomía de la provincia respecto a Canadá. Los partidarios de Levesque alegan que durante siglos han sido menospreciados y humillados por la mayoría anglófona, que les convirtió, dicen, en «los negros blancos de América».