Eco popular en la celebración del 25 de abril portugués
Las conmemoraciones del 25 de abril no han alterado de manera radical el panorama político portugués, pero han introducido serias matizaciones que los estados mayores políticos seguramente registraron y, que permiten una más exacta comprensión de la relación de fuerzas en el país.La importancia de la participación popular en los actos conmemorativos, a pesar de la lluvia, ha impuesto un desmentido formal a las afirmaciones según las cuales los «claveles estaban definitivamente marchitos».
Sobre este punto, los observadores son unánimes: la campaña de la izquierda, centrada sobre el peligro de la vuelta al «antes del 25 de abril» ha encontrado eco en la participación popular.
El otro hecho, tampoco nuevo, pero oportuno, es el tono decidido del discurso del presidente Ramalho Eanes. Derecha e izquierda intentan interpretar en el sentido que mejor les conviene las declaraciones presidenciales, pero estas querellas semánticas dejan, tal vez, escapar lo esencial: el tono especialmente firme utilizado por Eanes para llamar a todos al orden.
Curiosamente, los que quieren ver en el discurso de Eanes una contradicción con el Consejo de la Revolución, en particular acerca de la eventual revisión constitucional («la Constitución no es inmutable ni intocable») hacen caso omiso de otra frase inmediatamente situada, según la cual dicha Constitución es «suficientemente flexible en sí misma para admitir una interpretación adecuada a las necesidades nacionales».
Pero si no fuera suficientemente explícito, otro comunicado del Consejo de la Revolución, reunido el día 25, recuerda los plazos y los límites constitucionales de dicha revisión.
Otro elemento a tener en cuenta es, sin ninguna duda, el estrechamiento de filas de los oficiales considerados progresistas.
Más de 770 en Lisboa, cerca de cien en Oporto, los militares que se han reunido el martes para celebrar el aniversario con los «capitanes de abril» y sus representantes en el Consejo de la Revolución ha reafirmado su compromiso en la defensa del nuevo régimen instaurado en el 74-75, la reforma agraria y las nacionalizaciones incluidas, en la proporción exacta en que se hallan consagradas por la Constitución.
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