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Portugal celebró la revolución bajo el signo de la crisis

El cuarto aniversario de la Revolución de las Flores se vivió ayer en Portugal bajo el signo de la mobiliación popular y las fiestas conmemorativas, pero ni los actos oficiales ni todos los discursos y comunicados consiguieron esconder las profundas grietas y el cuño de la discordancia entre los partidos políticos que caracterizan hoy la vida portuguesa. Los observadores políticos de la capital coincidieron ayer que hubo una contradición entre el moderado optimismo y firmeza del discurso del presidente de la República y el comunicado crítico realista del Consejo de la Revolución. Pero ambos estuvieron, al menos, de acuerdo en un punto: hay crisis, y crisis grave, no sólo a nivel económico y financiero, sino también a nivel político, y para algunos, institucional. Pero no parece haber acuerdo sobre las causas ni los medios para atacarla.Mientras el Consejo de la Revolución, rompiendo un silencio de casi dos años, difería un ataque frontal al «terrorismo verbal» de algunos «jefes políticos con responsabilidades» que cuestionan todo y todos. empezando por el presidente de la República, y abren la puerta a «acciones de otra envergadura que intentan la destrucción física de las instituciones democráticas» y «a revisión de la Constitución antes del plazo por ella previsto», el presidente Eanes reafirmaba su voluntad de situarse a distancia Y por encima de la contienda.

Fue muy notado el trecho final de su discurso, en el que recordó que si su papel le exige respetar la autonomía de los órganos de poder (Gobierno y Asamblea, en particular) entiende que los demás respeten su autonomía.

Las intervenciones de los dos partidos de coalición gubernamental evidenciaron, por su parte, las diferencias de óptica sobre el pasado reciente y el futuro inmediato: democracia pluralista y opción europea estuvieron en el centro de la intervención de los democristianos, para quienes «un único color no puede nunca simbolizar la primavera». Los socialistas, aún bajo el golpe de la reciente agresión al ministro Almeida Santos, hacían incidir su discurso sobre la necesidad de la lucha contra el fascismo y las campañas de derecha.

Significativamente, los «capitanes de abril» decidieron este año celebrar el aniversario de la Revolución: o se reunieron, cerca de Lisboa, en una cena de fraternización varios centenares de oficiales para rehacer una fraternidad de armas que los acontecimientos posteriores al 25 de abril parecía haber roto definitivamente.

Liberados fascistas en las Azores

En un dictamen calificado de «verdadero escándalo» por el propio primer ministro Mario Soares, acaban de ser liberados incondicionalmente los cinco ultraderechistas detenidos recientemente por haber agredido al ministro adjunto de la presidencia del Consejo, Almeida Santos, la semana pasada en las Azores.

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