Acusación de imprudencia profesional contra el senador Fernando Chueca
La muerte de un trabajador, hace varios años, al caerse de un andamio en la obra de restauración de la lonja de Alcañiz (Teruel), dirigida técnicamente por el arquitecto Fernando Chueca Goitia, ha desencadenado el primer suplicatorio solicitado por el Tribunal Supremo para procesar a un parlamentario procedente de las elecciones del 15 de junio. La solicitud ha sido dirigida a Antonio Fontán, presidente del Senado, de cuya Cámara es miembro el señor Chueca, elegido por Toledo en representación de Unión de Centro Democrático (UCD). La causa iniciada por el juez de Alcañiz se basa en supuesta «imprudencia temeraria» del hoy senador en el ejercicio de sus funciones profesionales como arquitecto.
El senador afectado -nombrado en enero pasado presidente del Instituto de España y, en virtud de este cargo, consejero del Reino-, señor Chueca Goitia, manifestó a EL PAÍS que el motivo del proceso «no tiene nada que ver con la política ni nada que afecte a la honorabilidad de las personas». «Se trata - añadió- de un triste accidentel laboral, pero del que yo no tengo la culpa. »Según la versión del señor Chueca, solicitada por EL PAÍS, hace unos dos años, en una obra dirigida por él, la restauración del edificio de la lonja de Alcañiz, del Patrimonio Artístico, y que se realizaba de acuerdo con todas las prescripciones oficiales, al desmontar un andamio tubular. un operario de treinta y tantos años -del que el señor Chueca no recuerda el nombre- se cayó y, a consecuencia de la caída, falleció.
El juez de Alcañiz estimó que podía existir imprudencia por parte del director de la obra y abrió un sumario, en el que el señor Chueca alegó que el accidente no era imputable a su actuación, y que el andamio era regular y cumplía las normas de todo orden exigidas, incluidas las laborales. Señalada la vista para la primera quincena de enero y encontrándose Fernando Chueca en un curso de diez días de duración -del 7 al 16 de enero- en Brujas (Bélgica), escribió al juez pidiéndole que retrasara la vista, ya que en principio deseaba acudir al juicio y no alegar su condición de senador. Ante la negativa judicial a aplazarla vista, el señor Chueca adujo este carácter, en base a la cual la autoridad judicial se ha dirigido al presidente del Senado, solicitando la concesión del suplicatorio.
El señor Chueca expresó su convicción de que su actuación profesional fue clara e irreprochable y que el lamentable accidente se debió seguramente a imprudencia del infortunado trabajador, que, según el arquitecto citado, llevaba el cinturón de seguridad. El señor Chueca tiene prestada una fianza de un millón de pesetas
El procedimiento a seguir, de acuerdo con lo establecido por el reglamento del Senado, es la remisión de la petición de suplicatorio por el presidente del Senado a la Comisión de Suplicatorios -que ayer celebró una reunión calificada de informal-, la cual, «reclamando, en su caso, los antecedentes oportunos y con audiencia del interesado, deberá emitir dictamen en un plazo máximo de treinta días. El debate del dictamen será incluido en el orden del día del primer Pleno ordinario que se celebre».
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