Diferencias políticas ante la construcción del centro comercial en La Vaguada

«La construcción del centro comercial en La Vaguada del barrio del Pilar significa la elección, por parte de la Administración española, de una forma muy concreta de reformar el sector comercial. Esa elección consiste en traspasar el pequeño comercio a los grandes monopolios y si eso se hace ahora en España el Gobierno debe saber que en un plazo de tres años va a encontrarse con medio millón de parados más.» Este fue el argumento utilizado por Enrique Zaragoza, miembro de la Agrupación de Comerciantes Autónomos, para manifestar su oposición a la construcción de un centro comercial en La Vaguada, durante el coloquio celebrado entre los propietarios del centro y vecinos y comerciantes del barrio del Pilar.Previamente al mencionado debate, los propietarios de los terrenos en los que se levantará el centro comercial, la compañía La Henin, proyectaron una película en la que mostraron imágenes de otros centros semejantes.

La proyección, forma parte de la campaña de información que los promotores del centro comercial quieren realizar por todo el barrio a fin de que los vecinos conozcan exactamente en qué va a consistir el centro. Los datos facilitados -muchos de ellos ya conocidos- fueron que solamente un 20 % de los terrenos de La Vaguada serán utilizados por el centro. Este constará de dos plantas en las que se venderán sustancialmente artículos comparativos. Añadieron que el centro traerá consigo la creación de 3.000 puestos de trabajo y que están previstas todas las soluciones capaces de acabar con las posibles aglomeraciones de tráfico.

La respuesta de los vecinos y comerciantes presentes en la sala fue bastante conflictiva. En primer lugar, no mantuvieron un criterio uniforme y se perdieron en acusaciones mutuas. Según se puso allí de manifiesto, los comerciantes vinculados al Partido Comunista (PCE) han depuesto su actitud y han decidido finalizar su lucha contra la construcción del centro comercial. A cambio piden que las cien tiendas libres del centro sean adjudicadas a los comerciantes del barrio.

Esta solución, que podría satisfacer a cien de las 849 familias que viven del comercio en el barrio del Pilar no es aceptada por los restantes comerciantes y entidades ciudadanas de la zona. Las intervenciones en este sentido, muy numerosas, mostraron, sustancialmente el miedo de los pequeños comerciantes frente a este nuevo tipo de comercio.

Enrique Zaragoza, vicepresidente de la Agrupación de Comerciantes Autónomos, consiguió finalmente centrar el tema refiriéndose a que la reforma del minifundio existente en el sector comercial era un hecho irreversible, pero que son los pequeños comerciantes los que deben sentar las bases de esa reestructuración.