Las divisiones comunistas

«El Partido Comunista catalán, reunido el 9 de abril en congreso extraordinario en Barcelona, no se ha pronunciado sobre el controvertido problema del abandono de la fórmula partido marxista-leninista en los estatutos del PCE y ha decidido dejar libertad de voto sobre este punto a sus representantes en el congreso que se celebrará en Madrid del 19 al 23 de abril. Los congresistas han reelegido por gran mayoría a los dirigentes eurocomunistas que habían dimitido después de la negativa del comité ejecutivo del PSUC a adoptar el término de partido comunista revolucionario contra el de marxista-leninista. (... )Esta batalla ideológica en el seno del PCE, que había provocado agitación en numerosos comités provinciales y la dimisión de algunos dirigentes, particularmente en Asturias, no ha tenido un vencedor absoluto en Cataluña. Por una parte, los dirigentes afines a Carrillo han debido renunciar a sus posiciones eludiendo el debate de fondo y aceptando dejar libertad de voto a sus delegados en el próximo congreso de Madrid. Por otra parte, los comunistas históricos favorables a la conservación de la definición del PCE como un partido marxista-leninista se han visto obligados a reelegir a sus adversarios en el Comité Central.

La resolución del Comité Central adoptada afirma que no existe desacuerdo de fondo entre el PSUC y el PCE y subraya el mantenimiento de la línea eurocomunista del Partido Comunista catalán. Los amigos de Carrillo han conservado toda su influencia, así como la dirección del partido, pero los debates del congreso de Madrid pueden hacer salir a la luz las disensiones que persisten en el seno del Partido Comunista catalán entre los eurocomunistas y los comunistas históricos. Además, la resolución del Comité Central reconoce que un debate a fondo debe abrirse en el seno del PSUC después del congreso nacional de Madrid.

12 abril