El equipo español de K-4 cuesta 200.000 pesetas al mes

Doscientas mil pesetas mensuales cuesta al deporte español mantener las esperanzas de renovar en Moscú una de las dos medallas que consiguió en los Juegos Olímpicos de Montreal. Esta es la cantidad que cobran entre Menéndez, Díaz Flor, Celorrio y Misioné por su dedicación exclusiva al piragüismo y su ausencia en los puestos de trabajo hasta el año 80.

Desde el 7 de marzo hasta el próximo día 18, en que viajarán a Zaragoza para participar en el Campeonato de España de larga distancia, permanecerán en Sevilla, en la dársena del Guadalquivir, donde se entrenan diariamente durante seis horas y recorren 36 kilómetros. Menéndez, Díaz Flor, Celorrio y Misioné consiguieron en agosto del 75 el campeonato del mundo en la distancia de mil metros, modalidad K-4. En julio del 76 consiguieron la medalla de plata en Montreal, quedando a sólo dos décimas de los soviéticos, que consiguieron la de oro. El pasado año quedaron terceros en los campeonatos del mundo. Ahora se preparan cara a los próximos mundiales que se celebrarán en Yugoslavia del 10 al 13 de agosto,

La cantidad de 200.000 pesetas al mes, 2.400.000 al año que percibe todo el equipo nacional de K-4, es equivalente a lo que cobra en el fútbol español un aceptable jugador nacional de Primera División. Menos de la media de lo que perciben las figuras o los extranjeros. Esta desproporción habla de la falta de preocupación de España por todos los deportes que no son fútbol; sólo este deporte ofrece a su élite unos ingresos suficientes. En los demás ocurre como en el piragüismo: se arbitran soluciones que no pasan de ser simples parches; se da al deportista una pequeña cantidad con la que «ir tirando», pero que no le permite organizar su futuro.