_
_
_
_

Los hotelitos de la Cruz del Rayo se deterioran con sospechosa rapidez

Varios hotelitos de la colonia Cruz del Rayo, el mejor exponente que subsiste en Madrid del urbanismo de los años veinte, conocido como de ciudad jardín, están sufriendo desperfectos nocturnos -las familias que aún viven en la colonia los califican de provocados- que pueden llevarles al estado de ruina. El 80% de los chalets de la zona norte de la colonia han sido comprados por Promola, se supone que con intención de derruirlos y construir viviendas colectivas. Ocurre, sin embargo, que toda la colonia está incluida en el precatálogo de edificios y conjuntos a conservar, lo que imposibilita que puedan demolerse legalmente.

Varios vecinos residentes han presentado ante el Ayuntamiento dos escritos, el primero en diciembre y el segundo hace escasos días, denunciando la falta de vigilancia municipal y pidiendo la adopción de medidas urgentes Según los escritos, se ha visto a obreros que declararon pertenecer a Promola, llevándose verjas, marcos de ventanas y de puertas Concretamente en uno de los chalets, que hace unos meses se encontraba en perfectas condiciones, aunque deshabitado, han ido apareciendo grandes boquetes en techos y paredes interiores que están a punto de forzar su ruina. En otros varios han desaparecido los canalones de desagüe y las puertas y ventanas aparecen abiertas, con lo que resultan muy dañados por la lluvia y el viento

Una historia accidentada

La colonia Cruz del Rayo permanece en Madrid como una especie de isla apacible rodeada por las torres de la prolongación de General Mola. Construida hacia los años veinte, se inspiró en las ideas urbanísticas de la época, que preconizaban un tipo de ciudad jardín en laque los elementos naturales y artificiales se complementaran y crearan una habitabilidad agradable. Así, en una colonia relativamente pequeña existen numerosas calles, unas rectas y otras formando arcos, lo que proporciona rincones de gran valor y forman espacios muy adecuados para los juegos de los niños o simplemente para pasear. Situada entre la colonia del Viso y la calle de General Mola, su emplazamiento se ha revalorizado considerablemente, aunque las familias que lo habitan actualmente sean en su mayoría modestas y abunden las personas ancianas y los jubilados.Desde el año 1969, en que se aprobó por la Gerencia Municipal de Urbanismo un plan parcial que afectaba a la zona norte de la colonia, han sido muchos los intentos de erradicar a los residentes para dejar libre el suelo. La resistencia de los afectados ha ido parando los golpes hasta ahora.

Primero se construyó una torre de quince plantas, General Mola 185, denunciada varias veces por ellos en base a que se construyó más volumen del permitido y en que los planos del proyecto presentaban algunas irregularidades, tanto de fechas como de diseño. Así, en los planos figura como si la sombra que proyecta la torre se dirigiera en dirección contraria, cuando en realidad se proyecta sobre los hotelitos, lo que vulnera sus derechos de soleamiento reconocidos legalmente. Ninguna de las denuncias ha sido atendida por ahora.

A continuación vino la famosa polémica de la ordenanza cuarta, decretada por Juan de Arespacochaga, y que suponía el dejar fuera de ordenación y, por tanto, la desaparición de este tipo de colonias. El proyecto se retiró ante la decidida oposición de un importante sector de los madrileños.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

El penúltimo intento de burlar las disposiciones municipales consistió en cambiar el nombre de la calle de Gómez Ortega por el de calle de Oria, ya que la primera figura expresamente en el precatálogo citado anteriormente.

Y ahora, el sospechoso proceso de rápida deteriorización que sufren varios de los hotelitos deshabitados tras su compra por Promola. La primera denuncia presentada en Gerencia por los vecinos se traspapeló -un funcionario les dijo que, como habían leído algo referente a hotelitos, habían enviado el escrito a otro departamento-, y la segunda, presentada el 4 de abril, aún no ha tenido tiempo de ser contestada. Los denunciantes han enviado también un dossier completo al Colegio de Arquitectos de Madrid.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_