El nuevo comité provincial refleja un equilibrio entre las corrientes "obrerista" y "profesional"
Como se preveía, Simón Sánchez Montero fue elegido el pasado domingo, en la última jornada de la conferencia de la organización del Partido Comunista de España en Madrid, responsable político de este partido en la capital de España. La elección del señor Sánchez Montero, efectuada casi por unanimidad -sólo hubo una abstención- en el seno del nuevo comité provincial, ampliado de 55 a 85 miembros, ha sido interpretada en los medios del partido como una solución de compromiso, propiciada por las altas instancias de la dirección, entre las distintas corrientes que pugnaban por copar dicho puesto, ninguna de las cuales parecía contar con el suficiente consenso.El señor Sánchez Montero, miembro del comité ejecutivo y diputado por Madrid, goza de gran prestigio a todos los niveles del PCE y conoce la problemática de la organización de este partido en la capital de España, donde ha realizado su actividad política en la época de la clandestinidad. El nuevo comité ampliado de Madrid es el resultado, bastante equilibrado, de las distintas corrientes y generaciones que conviven actualmente en el seno del PCE. La corriente obrerista, presente sobre todo en las delegaciones del llamado periférico Sur (fundamentalmente Vallecas y Getafe) ha obtenido de veinticinco a treinta puestos en el nuevo comité.
Por lo menos veinticinco nuevos elegidos ocupan cargos representativos en el seno de Comisiones Obreras. La corriente profesional, más visible en las delegaciones de Madrid-capital y en aquellas zonas donde tiene fuerza el movimiento ciudadano, puede estar representada por lo menos en treinta o en 35 de los nuevos elegidos. De éstos, tres son mecánicos, once catedráticos o profesores, dos licenciados en Ciencias Físicas, dieciocho empleados o administrativos, dos encofradores, ocho. metalúrgicos, uno del ramo del textil, otro ferroviario, tres de la construcción, cinco ingenieros, un licenciado en Ciencias Políticas, dos sociólogos, un artista plástico, tres economistas, tres abogados, tres médicos, un escritor, tres delineantes, y un psicólogo, un publicista, un físico, un pequeño industrial y dos traductores. La pugna entre la corriente obrerista y profesional para colocar sus candidatos ha sido fuerte, hasta el punto de que algunos candidatos bien colocados, como el abogado José María Mohedano o el economista Ricardo Lovelace, no pudieron pasar el veto de algunos delegados obreristas, que les imputaban actitudes discrepantes y no suficientemente identificados con la política del partido.
Al margen de las citadas tendencias, a las que se puede añadir la que persiste en mantener el leninismo, que podría estar representada en el nuevo comité por unas diez personas, en la composición de éste han jugado un gran papel los miembros del antiguo comité y los nuevos elegidos, representantes éstos de las nuevas hornadas de militantes. En este terreno también se aprecia un gran equilibrio en la lista de los elegidos. Treinta y siete miembros del antiguo comité han sido reelegidos. Sin embargo, la reelección de algunos de ellos no ha sido fácil, como es el caso de Juan Francisco Pla. El propio Santiago Carrillo debió intervenir en la comisión de candidaturas que preparaba la lista oficial para que el nombre del señor Pla, que había sido rechazado una y otra vez fuera incluido. La dirección del partido estaba preocupada porque la exclusión del señor Pla pudiera ser interpretada por alguno de los antiguos miembros del comité provincial reelegidos como un triunfo de sus puntos de vista.
La tercera y última jornada de la conferencia estuvo dedicada íntegramente a la discusión del proyecto de estatutos propuestos por el Comité Central. En general las enmiendas presentadas tendían a potenciar la autonomía de las organizaciones del partido, en sus distintos niveles, frente al control y a la intervención del Comité Central, y a agilizar y a hacer más transparentes, en otros casos, las relaciones internas del partido.
Entre las enmiendas que prosperaron figura la que permite a los militantes criticar a los órganos dirigentes del partido en las publicaciones de éste; la que establece incompatibilidad entre la pertenencia a cualquier órgano de dirección del partido y a los órganos de garantías y de control; y las que rebajan a mayoría simple el porcentaje de votos necesarios para ser -elegidos los miembros del Comité Central.
No prosperó, sin embargo, una enmienda que propugnaba la posibilidad de que las tendencias en el seno del partido que, según los defensores de la enmienda, existen de hecho, pudieran utilizar los órganos de expresión del partido y promover convocatorias de sus órganos de dirección. Tampoco prosperaron otras enmiendas a favor de la dirección colectiva del partido y de la declaración del PCE como organización republicana.
En este punto intervino con energía el secretario general para anunciar que en ningún estatuto de los partidos comunistas, ni en el del PCE, se había mencionado nunca el carácter republicano del partido. Durante la jornada también fueron elegidos los 213 delegados de la conferencia de Madrid para asistir al noveno congreso del PCE.
Tamames, candidato comunista a alcalde
Ramón Tamames se perfila como seguro candidato del PCE a la alcaldía de Madrid. Dos hechos han venido últimamente a confirmar esta posibilidad: su elección para formar parte del comité provincial de Madrid, y el reconocimiento por parte de Simón Sánchez Montero -durante su intervención final en la conferencia- de que Tamames era el máximo conocedor de los problemas de Madrid de que dispone el partido.
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