Joaquín Garrigues: "Durante diez años sólo podremos permitirnos autopistas de peaje"

El ministro de Obras Públicas y Urbanismo, Joaquín Garrigues Walker, aseguró ayer ante la comisión correspondiente del Congreso de Diputados que, al menos durante diez años, España no se podrá permitir otro tipo de financiación de autopistas que no sea el peaje. El señor Garrigues, que aludió a la necesidad de reorganización de su departamento, se refirió a la necesidad de encontrar una solución al problema del trasvase Tajo-Segura, teniendo en cuenta las provincias afectadas.

El ministro de Obras Públicas recordó que su intervención coincidía con la perforación del túnel de Talave y destacó que la situación conflictiva a que pueda dar lugar el trasvase, se resuelva mediante la constitución de la comisión especializada del Congreso sobre el tema.El señor Garrigues informó sobre la reorganización que actualmente lleva a cabo el departamento y se mostró partidario de llegar a un ministerio que incluya también las funciones asignadas a Transportes y Comunicaciones y que se constituye en el órgano de planteamiento global de la infraestructura territorial del país, combinada con una política de desarrollo regional y con una atención especial al medio ambiente.

Señaló que los créditos totales para inversión en 1977 fueron de 114.000 millones de pesetas, mientras que para este año se han reducido a 100.000 millones, lo que supone una baja real del 30% en línea con el descenso del 20% en términos reales, de los presupuestos globales del departamento. « El Estado -dijo- ha adquirido la costumbre de financiarse con dinero de terceros. »

Desde esta perspectiva, el señor Garrigues manifestó que el Estado no puede. enfrentarse con la construcción de autopistas a medio plazo que no sean de peaje, aunque puedan discutirse si han de ser públicas o privadas. Sobre la rentabilidad de las autopistas, manifestó que el costo era el 50 % superior al de una carretera, el 200% superior en capacidad y el 300 % en seguridad.

El ministro se refirió también a la situación no satisfactoria de la conservación, mejora y construcción de la red de carreteras, cuya utilización y necesidades aumentaron, mientras que los presupuestos se han venido manteniendo.

Dando cuenta sobre otros aspectos de su departamento, Joaquín Garrigues explicó la actuación en lo que se refiere a la explotación y conservación del extenso patrimonio hidráulico; el nuevo planteamiento urbanístico, más sensible a la ordenación del territorio, calidad de la vida y sentir de los ciudadanos, junto a la superación de los problemas de especulación y de falta de suelo urbanizado; la resolución del problema del chabolismo -en España hay 110.000 chabolas- y la adecuada legislación para las viviendas sociales, mediante la creación de un mercado hipotecario, para lo que se remitirá a las Cortes próximamente un proyecto de ley, y la adecuada concentración de los recursos necesarios en los principales puertos, teniendo en cuenta que hay demasiados en España.

Los directores generales de Urbanismo, José María García Perrote, y de la Vivienda, Manuel Díaz y Díez de Ulzurrun, complementaron en sus respectivas áreas la información del ministro.

En el debate que siguió a las intervenciones de los representantes de la Administración, el diputado por Murcia de UCD, Antonio Pérez Crespo, destacó el hecho positivo de la finalización del túnel de Talave, que llevará agua a poblaciones necesitadas de Almería, Alicante y Murcia, y aludió a la necesidad de tender un puente de diálogo entre Murcia y Albacete. Sobre el posible trasvase del Ebro, las autoridades del Ministerio señalaron que existían otras opciones y que, si bien es cierto que Cataluña necesita agua, el tema debe enfocarse desde una óptica de ordenación territorial.