Haro se acaba
Mariano Haro ha sido uno de los grandes mitos del atletismo español en toda su historia. Quizá el mayor. En pista, el atleta de Becerril de Campos ha estado más cerca que nadie de conseguir una medalla olímpica. Su eterno problema, al ser un hombre sin finales rápidos, le perjudicó en esa ocasión y siempre. Sus triunfos, sus buenas marcas, sus records, tuvo que conseguirlos a base de constancia, a un ritmo de «pequeña locomotora», dada su estatura.Haro, el palentino rey del campo a través, siete veces campeón de España y sempiterno segundo del Cross de las Naciones, espina clavada que no logró nunca quitarse, acaba de ser destronado en Alsasua. Su pundonor aún le mantiene a un buen nivel, pero sus fuerzas se acaban cada vez un poco más. El atletismo español tiene que estar muy triste, porque tal como está no puede permitirse el lujo de perderlo. El deporte-rey en nuestro país se ha perdido mucho más en reivindicaciones becarias y salariales que en sacar figuras de repuesto.
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