Los fletes a buques extranjeros paralizan la flota nacional

Mientras la flota petrolera española atraviesa una grave situación de inactividad, con varios buques paralizados en distintos puertos extranjeros desde hace meses, las refinerías españolas están contratando el transporte de sus crudos con compañías extranjeras, según denuncia públicamente el Sindicato Libre de Marina Mercante (SLMM).

La anómala situación -según las citadas fuentes- no tiene nada que ver con el colapso del tráfico en los puertos de carga, explicación que a primera vista podría esgrimirse. «En efecto, según datos fehacientes -que obran en poder del SLMM -afirma el sindicato- el origen del problema habría que buscarlo en una interpretación total y conscientemente incorrecta del acuerdo del Consejo de Ministros de 10 de octubre de 1975, sobre el coste del transporte de crudos en buques españoles, con arreglo a la fórmula de fijación de retribuciones a las empresas de refino por los productos que entreguen a Campsa.»Esa interpretación errónea, dice el SLMM, «está afincada en ciertos intereses de la delegación del gobierno en Campsa, totalmente ajenos a una política coherente del transporte marítimo». Debido a esa actuación no se han podido realizar los intercambios de tonelaje/milla extranjero por nacional, «que hubiesen permitido el total empleo de la flota petrolera, como ocurrió en el último trimestre de 1977». De haberse llevado a cabo estos intercambios, prosigue el SLMM, no habría paro en nuestra flota petrolera en 1978.

Según el Sindicato Libre de la Marina Mercante, el petrolero español «Ondiz», de 132.000 toneladas, continúa inactivo en el golfo Pérsico, donde se encuentra disponible desde el 30 de diciembre pasado, a la espera de un cargamento de petróleo que no acaba de ser servido. En idéntica situación se encontraban hasta fechas muy recientes los también petroleros españoles « Elvira C » (de 130.000 toneladas, que esperó carga desde. el 10 de enero al 1 de marzo), el «Muncada» (de 300.000 toneladas, cargado también el 1 de marzo, tras una espera que comenzó el 19 de febrero) y el «Paloma del Mar» (de 117.000 toneladas, que esperó carga del 16 de enero al 21 de febrero). Sólo una reciente desautorización de la Subsecretaría de Marina Mercante para el fletamiento de buques extranjeros -comenta el SLMM- facilitó la carga de estos tres últimos buques. En el dilatado periodo en que han estado paralizados estos petroleros numerosos buques de bandera extranjera han realizado fletes para nuestras refinerías. Entre otros -según el SLM M- el petrolero liberiano «Roniz» (de 83.000 toneladas), que descargó crudo para Enpetrol en Málaga, el «Larina» (de 100.000 toneladas) que descargó crudos de Libia para Cepsa en Algeciras, y el «Tabriz» (de 170.000 toneladas) que descargó igualmente en Algeciras.

«Más allá de los datos que explican este asunto, se hace preciso llamar la atención sobré el estado en que se encuentra la tripulación del «Oridiz» (como la de los otros buques citados), tras treinta días de viaje hasta el puerto de carga, 65 días de espera (más los que vengan) fondeados en el mar, lejos de la costa, sin poder abandonar el buque, y los otros treinta días previsibles del viaje de retorno, al tiempo que observan cómo buques extranjeros que arriban al Pérsico mucho después que ellos, realizan sin demora sus operaciones de carga y parten rumbo a puertos españoles.»

Es probable que la inactividad de la flota aumente, dice el SLMM, «de seguir la misma negativa política naval conjugada con el predominio de los intereses del gran capital a través de las refinerías petrolíferas y de la delegación del gobierno en Campsa.» Las multinacionales del petróleo, con enorme incidencia sobre las refinerías españolas, presionan a éstas para que hagan tales contrataciones y así no desguazar sus propias flotas, según el SLMM.

Por último, la central advierte que las tripulaciones podrían negarse a salir a la mar en tanto no se asegure las cargas sin demoras innecesarias.

Desguace de dos petroleros

Los grandes petroleros «Almirante F. Moreno» y «Almirante M. Vierna», han sido desguazados en el puerto de la costa catalana de Villanueva y Geltrú, que fue cuna de ambos, según inform a Europa Press.Los dos buques eran la primera y segunda unidad, respectivamente, del grupo «g» de petroleros, con el que seinició en España la era de estos grandes barcos. Su desplazamiento superaba las 20.000 toneladas.