_
_
_
_

Victoria triste del Cádiz sobre el Atlético

Triste partido en Cádiz, donde el equipo local no hizo otra cosa de mérito que aprovechar dos de los enormes boquetes que dejó Capón en su defensa mientras estuvo en el campo hasta provocar su propia expulsión. En la segunda parte el Atlético jugó durante más de 35 minutos con nueve hombres y el Cádiz, pese a su superioridad numérica, fue incapaz de aumentar su ventaja.A pesar de su reciente empate en el Camp Nou, el Cádiz salió a jugar contra el Atlético a la contra, con un manifiesto complejo de inferioridad; dedicó a uno de sus hombres de la media, el juvenil Ramón, al marcaje directo de Leal, y retrasó a su delantero centro Quino a la media para formar así una barrera de protección por delante de su defensa. En punta quedaban sólo los dos extremos, Villalba y Ortigosa, con incorporaciones esporádicas de Ortega, Ibáñez o el propio Quino. El Atlético, que salió a jugar con tres hombres en punta, parecía destinado, a llevar la iniciativa y el mando del partido, pero no se decidió a jugársela. El joven central Ruiz se quedaba en la defensa, sin nadie a quien marcar, y de esta forma, el Atlético contaba con dos líberos -él y Benegas- a cambio de ceder una pieza en el centro del campo.

Con Leal asfixiado por la tenaz compañía de Ramón y con Marcial y MarceIino moviéndose permanentemente entre tres contrarios -Quino, Ortega e Ibáñez- el Atlético era incapaz de armar juego en la media y los tres puntas resultaban inútiles. Por su parte, el Cádiz no mostraba ningún interés por abandonar sus precauciones y atacaba siempre con pocos hombres. El partido parecía destinado a un aburrido equilibrio de fuerzas y a una ausencia total de situaciones de emoción en las áreas, pero pronto apareció el elemento desestabilizador: Capón. El veterano lateral tuvo quizá los peores 45 minutos de su carrera; fue ante Villalba un coladero continuo, y cada balón que encauzaba el Cádiz por su banda se traducía enjugada de peligro o en falta clamorosa. Lo fallos del defensa propiciaron dos tantos del equipo andaluz en la aburrida primera parte, y su desafortunada tarde quedó redondeada, poco antes del descanso, cuando provocó su expulsión por una agresión tontorrona a Ortega delante mismo del árbitro.

El Atlético salió en segundo tiempo con Alberto en el puesto de Aguilar. Marcelino, que había jugado de medio, se tenía que retrasar a la defensa, y la aparición de Alberto en el centro del campo trataba de dotar a esta zona del mando que le había faltado en la primera mitad. A los dos minutos de reanudado el juego el Atlético se encontró, casi sin quererlo, con un gol a la salida de un córner cedido tontamente desde medio campo por Villalba. El Cádiz, sin ninguna fe en sí mismo, se cerró a pesar de contar con un hombre más de ventaja y el Atlético realizó un digno esfuerzo en busca de la igualada. Pero la suerte le volvió la espalda, porque en pocos minutos agotó su segundo cambio -Rubio por Benegas, que cojeaba- y perdió a Fraguas, que sufrió un corte largo y profundo en una pierna. Desde el minuto 57 tuvo que jugar el Atlético con nueve hombres. Luis recompuso las líneas como pudo, con Marcial de líbero, Rubio y Cano en la punta y Leivinha en la media, pero la desventaja numérica era demasiado grande como para que el esfuerzo colectivo ofreciera algún fruto.

Durante esta segunda mitad, el Cádiz ofreció una imagen lamentable. Echado atrás, medroso a pesar de los dos hombres de ventaja con que contaba, y fallón en los contraataques, que fueron numerosos. Varias veces llegaron hasta el área de Reina con uno o dos delanteros más que defensas tenía el Atlético y fueron incomprensiblemente incapaces de marcar; un tiro al palo fue toda su renta en esa segunda parte. El partido llegó a su final con el resultado de dos-uno, victoria sin gloria para el Cádiz y derrota número doce del Atlético en el campeonato.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_