Profunda crisis en la industria británica del acero

La industria del acero británica va a perder más de 80.000 millones de pesetas en el ejercicio 1977-78. Según un detallado informe del Comité de Industrias Nacionalizadas, el ministro del ramo y el presidente de la British Steel Corporation (BSC), son los responsables principales de esta situación, por haber ocultado al Parlamento y a la prensa información que, conocida a tiempo, podría haber paliado el costo social y financiero de la crisis.

El informe del comité, en el que están representados todos los partidos con escaño en los Comunes, acusa de «negligencia» al presidente de la industria del acero, Sir Charles Villiers, subraya la falta de comunicación entre la BSC y el departamento de Industria y culpa al Gobierno por no haber facilitado información suficiente a los medios de comunicación. La oposición conservadora ya ha pedido la cabeza del ministro responsable, Eric Varley, aunque ni éste ni Sir Charles Villiers tienen ninguna intención de dimitir.

A corto plazo habrá que esperar los planes del Gabinete para esquivar la tempestad y demorar un inevitable y amplio debate parlamentario sobre el tema.

La crisis profunda de la industria británica del acero -reflejada en un aumento progresivo de las pérdidas y de las importaciones- motivó el mes pasado que el comité llamara a declarar a los señores Varley y Villiers, para que explicasen la alarmante posición financiera de la British Steel en 1977. Sus declaraciones, que fueron Conseguidas después de un forcejeo político que puso a prueba los poderes enfrentados del Parlamento y del Gobierno, forman parte ahora del informe que ha salido a la luz.

Crédito extraordinario

En él se establece que el presidente de la industria del acero previó públicamente en julio del año pasado unas pérdidas de entre 15.000 millones mínimos y 40.000 máximos para el actual ejercicio financiero, por las mismas fechas; sin embargo, un documento de trabajo de uso restringido entre los directivos de la British Steel vaticinaba que las pérdidas superarían los 65.000 millones. Manejando previsiones erróneas, el subsecretario de Industria o ese mismo mes al Parlamento un crédito suplementario de mil millones de libras para apoyar a esta industria.El comité parlamentario, cuya investigación a fondo sobre la industria del acero ha producido tres informes en dos meses, considera inadmisible una desinformación pública, que ha impedido tomar decisiones en el momento adecuado y atajar una situación «cuyo costo social y financiero ha sido enorme». La reconstrucción financiera de la compañía, en opinión del comité, sólo es posible si se adoptan medidas tajantes, que incluyen una sustancial reducción de los puestos de trabajo y el cierre o la reconversión de plantas anticuadas.

British Steel ha pasado en siete años del 70 al 53% de la cobertura de las necesidades inglesas de acero. Su baja productividad y la obsolescencia de algunas de sus instalaciones han venido incrementando sus pérdidas desde que, hace cuatro años, comenzó la recesión mundial del sector. Representantes del Gobierno y de los sindicatos negocian estos días un compromiso que salve a la industria.