El PC italiano, dispuesto a apoyar a Andreotti con un pacto parlamentario

El primer ministro, Giulio Andreotti, conversó ayer por la tarde con el secretario del Partido Comunista italiano, Enrico Berlinguer, y con la delegación socialista y socialdemócrata, dando comienzo así a la segunda serie de negociaciones para la formación de un nuevo Gobierno.

Al final de la entrevista, Berlinguer declaró a la prensa que los comunistas están dispuestos a aceptar, teniendo en cuenta la posición de los demás partidos, un pacto de emergencia con un programa concertado y una clara y reconocida mayoría parlamentaria en apoyo de Andreotti.Berlinguer no ha dejado de subrayar que el Comité Central de su partido aspira a un Gobierno de «solidaridad nacional». Los comunistas se contentan ahora con dar un paso hacia adelante, pidiendo, a la vez, que sea modificada la estructura del Gobierno, dándole una mayor operatividad.

Berlinguer ha calificado de «fantásticos» los últimos rumores sobre el veto de los comunistas a la permanencia en sus carteras de los ministros de Industria, Donat Cattin; de la Marina Mercante, Lacttancio; de Correos, Victorino Colombo, y de Participación Estatal, Bisaglia.

El problema de la mayor operatividad del ejecutivo se ha puesto sobre el tapete a última hora, pero hace días que circula ba un proyecto de reforma, preparado por el economista Nino Andreatta, consejero del presidente democristiano Aldo Moro. Andreatta propone reducir notablemente el número de ministerios. Los actuales veintiún ministros y 46 subsecretarios resultarían excesivos, y Andreotti sugiere la abolición del Ministerio del Presupuesto y la integración en un solo Ministerio de Infraestructuras Públicas de los de la Marina Mercante, Correos, Transportes, parte de Obras Públicas y Energía. El Ministerio de Industria absorbería, a su vez, el Ministerio de Turismo y el de Participación Estatal. Se crearía, además, un supergabinete con los cinco o seis ministerios más importantes, encargado de las principales decisiones.

Los socialistas

También los socialistas piden una mayor operatividad del ejecutivo. Todavía no ha sido notificada su posición oficial respecto de la crisis y lo que hayan podido decir o exigir a Andreotti. El primer ministro recibe hoy a la delegación de su partido, la Democracia Cristiana, y a republicanos y liberales. No se sabe. todavía si recibirá a los independientes de izquierda y a los representantes de Democracia Nacional.El problema político para Andreotti se centra, de nuevo, en la forma de «salvar la sustancia». Si los liberales no aceptan firmar un acuerdo de voto de confianza junto a los comunistas, los demonacionales le servirían a la Democracia Cristiana de cobertura por la derecha. Tocaría entonces a los comunistas y socialistas aceptar la participación de los demonacionales, a quienes consideran, simplemente ex fascistas, antiguos compañeros del Movimiento Social Italiano de Giorgio Almirante.

Los liberales, entretanto, siguen declarándose, por ahora, opuestos a cualquier mayoría «de compromiso» con el Partido Comunista italiano.