La policía destaca la similitud con el caso Bultó

El jefe superior de Policía de Barcelona, José María Calleja, recordó, muy poco después del atentado, ante la casa del difunto, la similitud del caso con el asesinato del industrial José María Bultó, acaecido en Barcelona el 9 de mayo de 1977. «Parecen -afirmó José María Calleja al ser preguntado por EL PAIS- dos casos idénticos.» Este criterio fue posteriormente compartido por otros funcionarios policiales también preguntados por este diario.José María Bultó fue, en efecto, asesinado con idéntica crueldad y por el mismo medio, si bien en su caso la bomba fue de mayor potencia que la que mató a Viola y su esposa. También cuatro individuos irrumpieron armados en su casa. También entregaron un escrito mecanografiado con las instrucciones a seguir. En ambos casos todo indica que la finalidad fuese conseguir dinero por parte de un grupo terrorista.

En el caso del señor Bultó, la policía resolvió el caso con extrema eficacia y en breve tiempo. Así, el 29 de julio, el Juzgado número 13 de Barcelona procesaba como responsables de aquel crimen a Alvaro Valls Oliva, José Luis Pérez Pérez, Carlos Sastre Benlliure y Montserrat Tarragó Domenech.

El auto de procesamiento, detallado y preciso, aludía también a que se había sometido a vigilancia, por parte de los autores de aquel crimen, a diversas personas, presumiblemente con finalidad delictiva. El auto citaba los nombres de José M. Santacréu (empresario), J. Juncadella (financiero), Andrés Ribera Rovira (senador por designación real e industrial) y José M. Triginer, primer secretario del PSOE catalán.

Por otro lado, EL PAÍS fue formal y rigurosamente informado -y de ello dio entonces fe en estas páginas- que los entonces procesados eran considerados realmente implicados en aquel asesinato por uno de los abogados defensores. Ello desmentía rotundamente toda insinuación de que aquellas detenciones fueran un montaje.

No obstante, una campaña, particularmente protagonizada por organizaciones ultranacionalistas catalanas, se referían insistentemente a aquellos procesados como presuntos «patriotas catalanes». De ello hubo un amplio eco en la prensa barcelonesa.

Posteriormente, la autoridad judicial -concretamente la Audiencia Nacional- consideró procedente la aplicación de la amnistía a los inculpados, quienes fueron puestos en libertad sin juicio y libres de toda responsabilidad jurídica. El ministro del Interior protestó formalmente por dicha decisión judicial, presentando un recurso que está pendiente de resolución.

Varios hechos singulares son de recordar, a caballo de ambos crímenes. En primer lugar la complejidad del artefacto, cuya construcción no está, desde luego, al alcance de cualquiera, y, en segundo lugar, que en el caso del asesinato, del industrial José María Bultó, según indica al auto de procesamiento, la policía no pudo identificar a todos los presuntos responsables. En efecto, se cita a una tal Marcos, sin identificar, y a otros cuatro individuos, también sin precisar su filiación, quienes, según aquel escrito judicial, participaron directamente en el asesinato del industrial. De ahí que no sea absurdo suponer que la investigación de un caso pueda empezar por el repaso de un triste precedente, acabado judicialmente sin sanción alguna, como consecuencia de una amnistía promulgada, según muchos, tarde y mal.