Una hacienda local popular necesita de un ayuntamiento democrático

«Para la configuración de una hacienda local que esté realmente al servicio de los ciudadanos, las condiciones previas imprescindibles son la existencia de ayuntamientos democráticos, de una soberanía política local y de un control democrático de la economía municipal.» Ángel Melguizo, profesor de Hacienda Pública en la facultad de Económicas de la Universidad Complutense de Madrid, sintetizó con estas palabras. las condiciones en torno a las cuales debe girar, a su juicio, la hacienda local.

-¿Cómo se conjugarían las condiciones para que resultara un funcionamiento de la hacienda local capaz de sanear la economía municipal?-Para ello es preciso e inaplazable una ruptura con la actual situación. El Ministerio de Hacienda y el de Interior deben dejar de tener sus actuales competencias, que mediatizan y controlan la hacienda local, porque podría darse la paradoja de que una vez elegidos democráticamente alcaldes y concejales y que éstos realizaran un presupuesto para Madrid, el Ministerio de Hacienda desaprobara el presupuesto. El Ayuntamiento madrileño debe decidir autónomamente cuál es el presupuesto que le conviene y rendir cuentas a los ciudadanos. En última instancia, el control podría ser competencia de un órgano técnico de la autonomía -se habla de Madrid región- o, en su defecto, del Tribunal de Cuentas, pero nunca de un departamento gubernamental.

Desaparición de la carta especial de Madrid

-Uno de los objetivos teóricos de la Carta Especial de Madrid era conseguir una suficiencia financiera para la capital. ¿Cuál sería el futuro papel de la Carta?-Los fines de la Carta eran reforzar las facultades de los órganos propiamente ejecutivos del Ayuntamiento y conseguir esa suficiencia financiera. Estos dos puntos han tenido un desigual desarrollo de organización. Mientras que la centralización de facultades ejecutivas en manos del alcalde se ha materializado en que los alcaldes designados -el conde de Mayalde, Carlos Arias, Miguel Angel García Lomas o Arespacochaga- han ejercido un control omnipresente del Ayuntamiento, la pretensión de dotar al Ayuntamiento de Madrid con medios económicos suficientes no ha pasado de ser una declaración de buenas intenciones. Quedaba así abortada la posibilidad de una planificación y una gestión racional y general de acción municipal.

-¿En qué medida el déficit económico municipal podría entorpecer la gestión del próximo Ayuntamiento y el desarrollo de una hacienda pública capaz de arrojar un balance positivo?

-El endeudamiento del actual Ayuntamiento puede entorpecer grandemente el trabajo de la próxima Corporación. Los fondos conseguidos para el Plan de Urgencia de Acondicionamiento de Barriadas y para el Plan de Saneamiento Integral de Madrid deberán ser amortizado por los madrileños. El vecindario madrileño está endeudado e hipotecado, y ese va a ser un importante escollo que habrá que salvar.