Los obispos franceses, contra la pena de muerte

«La pena de muerte debe ser abolida», han concluido los obispos franceses en un documento de veinte páginas titulado Elementos de reflexión sobre la pena de muerte. El Consejo Permanente del Episcopado Francés había pedido a la Comisión Social del Episcopado un estudio sobre esta cuestión, con el fin de renovar la actitud que ha mantenido la Iglesia de Francia a lo largo de siglos favorable a la guillotina, forma de realización de la última pena en este país.

Francia, España e Irlanda son los únicos países de Europa occidental que aún mantienen en vigor la pena de muerte. En este país su supresión atiza controversias apasionadas cada vez que se produce un caso de guillotina. Según indican los últimos sondeos de la opinión pública sobre el particular, el 70 % de los franceses es favorable a la pena capital.

Los obispos franceses, en el documento referido, a lo largo de cuatro capítulos, realizan un examen sobre los motivos y argumentos que alimentan él debate sobre la pena de muerte, justifican su actitud anterior favorable explicando que «se ha admitido universalmente como un dogma indiscutible de la vida política, que la pena capital le era necesaria a la sociedad; por ello, la Iglesia ha acogido esta doctrina como una verdad común».