El problema de Gibraltar
«La decisión española de autorizar las comunicaciones telefónicas aun después de las fiestas tradicionales de Navidad auguran buenas perspectivas, y es un dato favorable en la solución del problema de Gibraltar ( ... ).Es posible que en Estrasburgo, en la semana del 23 de enero, ambos ministros puedan pensar sobre el futuro. Owen tiene muchas ideas nuevas; España, en su nueva estructura democrática, está dándose cuenta de la realidad de la comunidad de Gibraltar, mientras que Gibraltar comienza a percibir de que en mundo cambiante no puede permanecer para siempre como una colonia...
Después de un diálogo de sordos que ha durado diez años, se ha hecho claro que todas las partes desean encontrar una solución honorable (...).
El punto de vista oficial español consiste en suprimir las restricciones si se registran progresos en las negociaciones; los británicos desean que éstas sean levantadas antes de comenzar las negociaciones (...).
En su aislamiento, los gibraltareños se han aferrado a su propio estilo de vida y desarrollado la conciencia de una identidad gibraltareña, rozando el concepto de nacionalidad (...).
En un esfuerzo para llegar a un entendimiento Sir Joshua Hassan se dispone a ir a Madrid para informar al Parlamento español sobre lo que piensan los gibraltareños. Esto resulta tan extraordinario para Gibraltar como el viaje del presidente Sadat a Israel.»
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