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Superávit de la balanza de pagos británica

Los británicos miran el año que comienza como el final del largo túnel de sus privaciones económicas recientes. El Departamento de Comercio informaba ayer que la balanza de pagos se ha cerrado en 1977 con un superávit de 59 millones de libras (8.800 millones de pesetas), lo que represente el primer resultado positivo de la cuenta comercial desde 1972. Diciembre, por otra parte, ha sido el quinto mes consecutivo de superávit, con un saldo favorable de 65 millones de libras. La rápida recuperación del mercado financiero y el incipiente incremento del consumo privado son otros tantos signos de la proximidad de un saneamiento económico que permitirá a los ingleses recobrar niveles de vida perdidos.Este superávit de la balanza de pagos, aparentemente exiguo, adquiere su verdadera dimensión económica y política en relación con la evolución tradicional del comercio de las islas en los últimos años. Mil novecientos setenta y seis se cerró con un déficit de 1.230 millones, y entre 1977 y 1972 el resultado de la cuenta fue siempre negativo.

Si el petróleo fue la causa principal de la caída en picado de la economía de este país, sobre todo a partir de las fuertes subidas de 1973, el petróleo es también el máximo responsable del resurgir de la posición exterior británica. Los yacimientos escoceses han contribuido en 1977 a la balanza comercial con una suma cercana a los 2.400 millones de libras. Las previsiones del Departamento de Comercio, que cifran en 1.500 millones el superávit con que se cerrará el año recién estrenado, otorgan a la plena explotación de los pozos del mar del Norte un papel decisivo en sus cálculos optimistas. Las autoridades económicas esperan también un aumento de las exportaciones entre el dos y el 3 % para la primera mitad de este año, y ello pese a que la fortaleza de la esterlina en los mercados exteriores priva de una buena parte de su posible competitividad a la industria británica.

La City londinense, acostumbrada en octubre y noviembre a saldos comerciales favorables del orden de los doscientos millones de libras, ha acogido con frialdad los 65 millones del mes pasado, y la libra, que perdió unos céntimos con relación al dólar, cerró ayer a 1,925. Los insatisfactorios resultados de diciembre son, sin embargo, totalmente coyunturales y se deben, según fuentes del Departamento de Comercio, a unas anormales importaciones de petróleo, sumadas al descenso de la exportación de piedras preciosas.

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