Creciente interés obrero en las primeras elecciones celebradas ayer en Vizcaya
UGTInsiste en su carácter socialista
Alrededor de 10.000 personas asistieron el domingo en el pabellón de los deportes en Bilbao a un mitin electoral de UGT que contó con la participación de varios miembros de la ejecutiva de Euskadi y del secretario general, Nicolás Redondo.
Julio San Sebastián atacó en el inicio del mitin a las centrales que han dado resultados referidos a empresas que hablan celebrado, con anterioridad las elecciones sin consignar ese dato «recurriendo -dijo- a la imagen del viejo enlace para hacer pensar que están ganando unas elecciones que todavía no han comenzado».
Por su parte, Pedro Alegría, tras recordar el carácter unitario de UGT, señaló que la central no comparte puntos de vista con sindicatos que anteponen los intereses de nacionalidad a los de clase, «esas centrales -afirmó- que hacen creerse extranjeros a los trabajadores no nacidos en Euskadi».
Intervino luego Bonifacio Rojo, quien señaló que UGT no va a «pasar factura» ya que -dijo-«no hay dinero para pagar la lucha obrera durante la dictadura». Calificó el asambleísmo, sin más, como una enfermedad infantil del mundo obrero y de antítesis del sindicalismo democrático, revolucionario e internacionalista.
Cerré el acto Nicolás Redondo, que fue recibido con gritos de Nico, Nico y UGT, UGT. Acusó en principio el líder obrero al Gobierno de no haber hecho un decreto para que la situación sindical no acabe de esclarecerse, favoreciendo así la creación de sindicatos amarillos.
«Sin embargo -dijo- vamos a clarificar el espectro sindical, habrá un sindicato de inspiración socialista, como UGT, y otro comunista de CCOO y otros grupos comunistas. La clarificación beneficiará a la clase trabajadora. Los votos van a hacer desaparecer siglas y van a situar en su justo valor a otras centrales minoritar¡as»
Señaló luego Nicolás Redondo que hay sólo dos opciones ante las lecciones: la socialista de UGT y a comunista de CCOO. El secretario general de UGT destacó cono méritos fundamentales de su central el no haber sido dogmáticos y haber creado una línea de actuación concreta que se ha «Nos atacaron de antiunitarismo -dijo-, cuando planteamos las elecciones sindijales; ahora las demás centrales defienden nuestras tesis.»
Tras enumerar como los objetivos básicos de UGT la reduccián del abanico salarial, las diferencias salariales entre provincias y las desatenciones de los pensionistas y el paro, el dirigente de UGT calificó al PSOE y UGT juntas como la columna vertebral para los trabajadores españoles. «UGT -dijo- con sus dos millones de afiliados, es el más importante instrumento de la clase trabajadora del Estado español.»
Recordó asimismo Nicolás Redondo que UGT ha tenido una línea inequívoca con respecto al problema nacional vasco y su lucha autonómica a través de su actuación en el consejo consultivo del Gobierno vasco.
Al término del mitin, Nicolás Redondo concedió una entrevista a EL PAÍS, al que declaró que se encontraba seguro de la victoria de UGT en Euskadi y en el Estado español. «Somos muy fuertes en las provincias más importantes desde el punto de vista laboral (Vizcaya, Guipúzcoa, Val encia, Barcelona, Sevilla y Madrid), y nuestra fuerza radica en la coherencia de nuestra actuación, en los resultados obtenidos y también en la memoria histórica.»
Defiende Nicolás Redondo el carácter vasco de UGT recordando que desde las primeras huelgas de 1890, UGT estuvo en todas las luchas de la clase trabajadora vasca, actuación que completó con su apoyo decidido en 1934 al estatuto de autonomía, «porque pensábamos que había y hay -dijo- una fuerte interrelación entre el hecho nacional y la explotación de la clase trabajadora».
El secretario general de UGT tuvo interés en aclarar a EL PAÍS su postura totalmente contraria al proyecto de ley sindical que pretende sacar el Gobierno del Parlamento. «Es una trampa; otra más del Gobierno. Es un proyecto represivo con respecto a los textos legales actuales. Es una finta del Gobierno para vaciar de contenido a las centrales sindicales, ya que propone unas nuevas elecciones dentro de tres meses y no contempla la creación de secciones sindicales. UGT rechaza ese proyecto y peleará contra él en el Parlamento y mediante la presión social si fuera necesario.»
CCOO
Caravana de la unidad sindical
Más de doscientos coches integraron la caravana de unidad sindical puesta en marcha el domingo por CCOO a lo largo y ancho de toda la provincia. Los coches de militantes de CCOO, adornados con globos, repartiendo propaganda electoral, recorrieron cinco importantes itinerarios: márgenes derecha e izquierda del Nervión, Duranguesado, la costa y la zona del alto Nervión.
Como complemento a su campaña electoral en la tarde de ayer CCOO celebró un mitin en el Pabellón de los Deportes de Bilbao con la participación del diputado obrero catalán Cipriano García, el secretario general de CCOO de Euskadi, Tomás Tueros, y Paco García-Salve.
El sindicalista catalán desarrolló el tema de lo que es el sindicato de clase bajo la óptica de CCOO y la postura de CCOO ante el problema de las nacionalidades. Señaló Cipriano García que para poder realizar correctamente la unidad de la clase trabajadora es necesario que se asuma la problemática nacional. «Es necesario -dijo- que el problema nacional obtenga el contenido nacional de clase y no el burgués. Tenemos sentido de clase, no de raza.»
Tomás Tueros habló de la unidad sindical afirmando que el camino hacia la polarización del mundo obrero en dos centrales es perjudicial para aquel y aleja la unidad. «Hay que dar opción a otras tendencias, ir a la pluralidad ideológica. Esa es la idea aglutinante, la idea disgregante es la polarización en la central socialista y la comunista. »
Trató de convencer a los asistentes Tomás Tueros de que CCOO no es sólo un sindicato comunista del PC, señalando que «CCOO tiene en su seno a alguien más que a militantes del PC. CCOO no recurrirá -como ha declarado UGT- a los diputados del PC sino a los diputados de CCOO. No acapararemos a los diputados comunistas, no es nuestro estilo».
Por último intervino Paco García-Salve, quien dedicó su tiempo a persuadir a los asistentes del carácter de «central de nuevo estilo» de CCOO. «Eso implica luchar por un sindicato unitario, un sindicato para toda la clase trabajadora.» Afirmó el dirigente sindical que le parece peligroso que UGT llame a CCOO un sindicato comunista, ya que opina que no es acertado el calificativo de comunista y porque además divide a la clase obrera. «En ese aspecto somos los comunistas los más interesados en declarar que CCOO no es comunista únicamente: conviviendo en su seno hay gentes del MC, trorskistas, socialistas del PSP y algún sector del Partido Carlista. Somos realmente unitarios.»
Al término del mitin Paco García-Salve declararía a EL PAÍS: «Vamos a ganar. La suerte está echada porque somos la central de mayor número de afiliados. La única duda son los votos de los trabajadores no sindicados, pero a pesar de ello vamos a ganar aunque tengamos en contra al Gobierno que puede apoyar más fácilmente a otras centrales mas asimilables, como UGT, que con su carácter europeo o alemanista puede compaginarse mejor con el capital.»
Insistió García-Salve en el deseo ferviente del Gobierno de que CCOO no gane las elecciones. «Somos un peligro para ellos y la oligarquía, que son una misma cosa: saben que de ganar nosotros la victoria supondría un gran afianzamiento hacia la unidad. Esa es una de las razones por las que está poniendo en marcha sindicatos amarillos.»
Los resultados se facilitarán conjuntamente por las dos grandes centrales
UGT y CCOO han decidido organizar a nivel provincial y nacional los mecanismos necesarios para confrontar los resultados electorales antes de su difusión y publicación, con objeto de evitar errores.
En la reunión conjunta que ambas centrales celebraron ayer en Madrid, y en la que participaron los señores Sartorius, Torres y Gaytán, por CCOO, y Zufiaur, Garnacho y Saavedra, por UGT, se aprobó un comunicado final en el que se rechaza en términos categóricos el proyecto de ley de acción sindical presentado por el Gobierno a las Cortes. Ambas centrales dicen que este proyecto es «un atentado a los derechos sindicales de los trabajadores y una regresión sobre lo que es en la práctica el movimiento obrero». El proyecto, dice la nota, «niega el derecho de acción sindical a las centrales dentro de la empresa, restringe el papel de los comités y excluye de la acción sindical a importantes sectores de trabajadores».
La presentación del proyecto en estos momentos, después de que UCD rechazara los propuestos por el PSOE y PCE, es, en opinión de los dos sindicatos citados, una maniobra del Gobierno para minimizar las elecciones sindicales y ganar tiempo para desarrollar un sindicalismo desde el Gobierno.
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