Renfe, cada vez más cerca del conflicto

A partir del día 17 Renfe registrará muy probablemente anormalidades en el servicio y alteraciones laborales, según ha podido constatar EL PAÍS en fuentes del pleno de representantes de los trabajadores y en fuentes empresariales, como consecuencia de las discrepancias surgidas en las negociaciones del convenio colectivo.

Las concesiones hechas por Renfe a las reivindicaciones de su personal son de escasa importancia, según el pleno de representantes, mientras se niega a aceptar las verdaderamente importantes y que responden «a una mala organización de la empresa y a viejos hábitos». Tan sólo la regulación de las vacaciones, que ha sido aceptada, la anulación de la circular 210 (sobre sanciones a los maquinistas), y actualización de la ley de Policía de Ferrocarriles, que parece que se encuentra en vías de solución, han sido consideradas últimamente, según, los trabajadores, sobre la plataforma mínima elaborada por el pleno de representantes.A la vista de ello, afirman en un comunicado los trabajadores, «creemos que si la postura de la empresa no cambia radicalmente antes del día 17 los ferroviarios nos veremos obligados a plantearnos la necesidad de realizar acciones de, presión para conseguir nuestras reivindicaciones y forzar a la empresa a dejar su intransigencia».

La empresa, por su parte, estima que ha llegado casi al límite de sus actuales posibilidades en la satisfacción de las reivindicaciones de los trabajadores. No se descarta quejunto a la dinámica reivindicativa se esté produciendo una dinámica electoral.