_
_
_
_
_

No se vislumbra aun el coche de los años ochenta

Una marca de automóviles y cuatro de motocicletas son la aportación española al LVI Salón del Automóvil de Bruselas.

Seat, a través del distribuidor de Fiat, coloca coches en el mercado belga desde hace tres años. Vende los modelos que Fiat dejó de fabricar, pero que tienen todavía un público. El modelo 124 es el más popular. En la actual edición presenta el 1430 Coupé, que, según el importador, «tendrá gran aceptación». En 1977 Seat vendió 3.983 vehículos en Bélgica. Hay que destacar que se benefician de una garantía total de tres años 6 40.000 kilómetros.

En motocicleta la marca más introducida es Montesa, casi setecientas unidades vendidas en 1977. Ossa es víctima de las irregularidades de suministro, cien unidades en 1977. Derby espera presentar pronto su nuevo modelo, 2002, que será difícil de introducir, en un mercado monopolizado por las marcas japonesas.

Bultaco comercializa en Bélgica, pero está ausente del Salón.

«En todo terreno las motocicletas españolas figuran en primera línea», declara un importador. Todos, sin excepción, se lamentan de los problemas de suministro.

El Salón de Bruselas tiene la particularidad de presentar casi toda la gama de novedades mundiales. Al no contar con ninguna marca propia -sólo existen cadenas de montaje-, Bélgica es un mercado totalmente libre.

El comprador puede elegir cualquier marca de automóvil: europeo, japonés o americano, sin olvidar los rusos o coreanos.

Ofensiva japonesa

La ofensiva nipona preocupa cada vez más a los fabricantes europeos. Sus modelos son cada día más parecidos y adoptados al gusto y estilo del consumidor europeo. Hay que sumar su competencia en los precios.Los americanos presentan en Bruselas su primer modelo de turismo diesel, el Oldsmobile Delta 88. Signo de los tiempos, sus motores y carrocerías se reducen progresivamente, compitiendo con la industria europea en su propio feudo. Porsche presenta su modelo 928, elegido Coche del Año 1978 por la prensa especializada. Las demás novedades mundiales se limitan a mejoras en modelos ya conocidos o presentados en el Salón de Frankfurt o a nivel nacional.

En resumen, los fabricantes no desvelan todavía cuál será el prototipo de coche de los años ochenta, que deberá adaptarse a la situación económica. Por el momento la industria del automóvil queda al margen de la crisis. Pero la mayoría de fabricantes anuncia un futuro sombrío, ante la competencia y saturación de ciertos grandes mercados.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_