El príncipe Salman Bin Abdul Aziz,
hermano del rey Khaled, de la Arabia Saudita, demandó ayer al jefe de la policía metropolitana inglesa, Sir David McNee, por la devolución de un Rolls-Royce valorado en cerca de 2.400.000. El automóvil le había sido robado en Londres el pasado mes de septiembre, pero cuando lo encontró la policía, un mes después, el Rolls tenía un nuevo dueño, que lo había comprado a los ladrones. Desde entonces la policía lo incautó hasta que resolviera el conflicto sobre la propiedad.
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