178 votos particulares sobre la Constitución
El Boletín Oficial de las Cortes publicó ayer el texto íntegto del anteproyecto de la Constitución y de los 168 votos particulares presentados por los grupos parlamentarios que estuvieron representados en la ponencia constitucional. Ha quedado abierto así el plazo de veinte días para la presentación de enmiendas, tras lo que se reunirá la ponencia para estudiar las que proceda incluir. Como se recordará, forman parte de la ponencia constitucional siete diputados: tres de UCD, uno del PSOE, uno del PCE, uno de AP y uno de la minoría catalana.
De los 168 votos particulares al anteproyecto de la Constitución (véase EL PAÍS de 27 y 28 de diciembre pasado), dieciocho fueron formulados por Alianza Popular, 45 por el grupo comunista, 31 por la minoría catalana, 58 por el grupo socialista del Congreso y dieciséis por el grupo de Unión de Centro Democrático (UCD).El Boletín Oficial de las Cortes incluye como única novedad la explicación de algunos de los votos particulares de Alianza Popular, único partido que justifica sus objeciones al anteproyecto. Así, en relación con la petición de que se suprima en todos los artículos donde aparezca la expresión nacionalidades, de forma que sea sustituida por regiones, Manuel Fraga, ponente de Alianza Popular, explica: «La expresión región o región autonómica (única que figuró en la Constitución de 1931) es perfectamente suficiente para describir la base geográfica e histórica de las autonomías.»
Según Fraga, la palabra nacionalidades es «equívoca y llena de posibles complicaciones». Para él no puede aceptarse más que una nación: España; ni más que una nacionalidad: la española. «Lo otro nos lleva a planteamientos tan complejos, delicados y cargados de dificultades de futuro, el "principio de las nacionalidades", el derecho a la autodeterminación, etcétera, que sería deseable evitar al servicio de la sagrada e indestructible unidad de España», termina.
Como ya informó EL PAÍS en su día, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) mantiene, por ahora, su voto particular sobre la forma política de¡ Estado, Monarquía o República, y propone que todo el título III pase a llamarse «Del Jefe del Estado», en vez «De la Corona», como figura en el anteproyecto. El artículo 45 quedaría redactado de la siguiente forma: .«La Jefatura del Estado la ostentará el presidente de la República, que asume su más alta representación y ejerce las funciones que le otorga la Constitución.» Parece probable, sin embargo, que el PSOE no mantenga este voto hasta el Pleno del Congreso en que se deba debatir finalmente la Constitución. La decisión final fue ya delegada a la comisión ejecutiva por el máximo órgano del partido, el comité federal.
La discusión más importante, sin embargo, se centrará en los votos particulares referidos al derecho del empresario a organizar el trabajo de acuerdo con criterios de productividad (a lo que se oponen socialistas y comunistas), incorporación explícita del divorcio y abolición de la pena de muerte, voto de censura constructivo (es decir, imposibilidad de hacer caer un Gobierno si previamente no se ha llegado a un acuerdo para designar otro), y en todo lo relativo a la estructuración y competencias de los territorios autónomos.
Especial importancia podría revestir el voto particular presentado por UCD (véase EL PAIS 28-XII- 1977), por el que el Gobierno podría vincular una cuestión de confianza a un proyecto de ley que desee ver aprobado por el Congreso.
Al anteproyecto de la Constitución consta de 159 artículos y cinco disposiciones transitorias, distribuidos en diez títulos. Terminado el plazo de presentación de enmiendas se reunirá nuevamente la ponencia para aceptar o desestimarlas, y el anteproyecto pasará después a la Comisión Constitucional del Congreso. Si se cumplen los plazos previstos podría llegar al Pleno en el mes de abril.
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