Psiquiatría con p
En EL PAIS del 21 de diciembre publiqué un artículo en el que los vocablos psiquiatría y psiquiatra aparecen sin p. Deseo hacer constar que no soy responsable de esta mutilación, sino quienquiera que sea de entre los muchos que diariamente componen este periódico. En un momento infeliz, la Academia de la Lengua dictaminó que todas las palabras derivadas de la cabeza de familia psique se escribieran sin p. Tengo entendido que luego, en lugar de rectificar tras este embotamiento de la conciencia lingüística, que hace innecesariamente confusas palabras tales como sicosis (enfermedad mental y/o enfermedad de los folículos pilosos de la barba); sicoma (núcleo psicopatológico de los síndromes y/o verruga o condiloma), sicolábil (de carácter variable y/o que se altera o destruye por la sequedad), dejó al libre arbitrio escribir psique y derivados con p o sin p. María Moliner, esa mujer que no llegó a ser de la Academia, y Zamora Vicente, que sí lo es, ni siquiera hacen mención, en sus respectivos diccionarios, de toda esta familia de palabras sin p. Por otra parte, aunque el decreto de la Academia fuese tajante en orden al la supresión, es una dicha para nosotros que su desobediencia no nos haga incurso en la ley de Peligrosidad Social. Ruego a la redacción de EL PAIS que, si me sigue honrando con la publicación de algunos escritos míos, se me respete la grafía tradicional con que irán estos vocablos, cosa que por otra parte habían hecho con anterioridad. Porque, además -y esto es una nota personal, que apenas hace al caso-, cuatido me veo denominado siquiatra se me suscita un sentimiento de inidentidad semejante al que provocaría sorprenderme sin pantalón ni calzoncillos paseando por el ferial de mi pueblo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.