"Relanzar la economía sería llevarla a la insolvencia y al fracaso"

«El programa económico contenido en el pacto de la Moncloa es inevitable ineludible para sentar las bases de superación de la actual crisis económica.» «Tenemos que reconocer el empobrecimiento relativo y general que ha supuesto la crisis energética.» «El empresario debe ser consciente de la irrecuperabilidad del mundo anterior en el que vivía con precios baratos de la energía, dinero barato -en muchos casos- y fácil negociación laboral.» Estas son algunas de las afirmaciones más importantes realiza das ayer por el vicepresidente económico Enrique Fuentes ante centenar y medio de empresarios convocados por Acción Social Empresarial para tratar el pacto de la Moncloa.

El señor Fuentes Quintana, después de un largo período, dedicado, según señaló, al trabajo más intenso, compareció ante este grupo de empresarios. El coloquio habitual en estos actos fue precedido por una intervención del señor Fuentes, en la que destacó cómo se encontró la economía al incorporarse al Gobierno, el porqué de su entrada en el mismo, la realidad actual, las perspectivas de futuro y la urgencia del cumplimiento del programa contenido en el pacto de la Moncloa.El coloquio se centró en temas concretos sobre la operatividad del pacto. La mecánica de aplicación del aumento del 18 % en las cuotas de la Seguridad Social, la magnitud del gasto público, la regularización fiscal voluntaria los precios de la energía y el carbón, la política de viviendas, la agraria y el crédito a la pequeña y mediana empresa fueron los temas planteados por los empresarios asistentes. Uno de ellos señaló también la necesidad de que el vicepresidente desarrolle con mayor dedicación la labor de misionero del pacto.

Resumimos los aspectos más destacados de la intervención del vicepresidente económico, tanto en sus palabras introductoras como en el coloquio:

- Una sociedad democrática se construye con criterios de libertad política y económica. Libertad económica significa competencia mercado y un sector público que corrija injusticias y llegue donde la iniciativa privada no alcanza.

La razón de la aceptación de la oferta del presidente Suárez para ocupar la cartera de Economía responde únicamente al sentido de responsabilidad. «Cuando acepté conocía perfectamente la gravedad de la crisis económica.»

Fisco y empresa

- La reforma fiscal pretende un reparto justo de las cargas entre contribuyentes, entre particulares. En ninguna de las medidas fiscales aprobadas o propuestas hasta ahora se establece una sola carga a la empresa. Solamente se hace a los contribuyentes particulares. La reforma fiscal ha despertado más temores de, los necesarios. Se han hecho lecturas apresuradas de los nuevos textos fiscales.- La modernización del sistema productivo pasa inevitablemente por la reducción de los circuitos privilegiados de crédito, su mayor libertad y competencia, la reestructuración de sectores en crisis y el planteamiento serio del tema energético.

- Relanzar la economía y renunciar a una política monetaria rigurosa supone lanzar al país contra la pared de la insolvencia y el fracaso.

Compromiso colectivo

La solución de la crisis económica no es sólo tarea del Gobierno, sino que requiere el compromiso de todos los grupos sociales. Por eso se firmó el pacto, y por eso líderes políticos han dicho que si llegan al poder cumplirán el pacto en su período de aplicación.El respeto al acuerdo es el único punto de partida para salir de la crisis y reconstruir nuestra economía.,

- Los puntos débiles del pacto son la aceptación de la política salarial y el cumplimiento de la política monetaria.

Nuevas actuaciones

Con carácter prioritario el Gobierno abordará el plan energético, la ayuda a sectores en apuros (siderurgia, bienes de equipo, naval) que tienen que reestructurarse, un plan de exportación y un plan de comercio interior con objeto de afinar al máximo los costes de distribución.

Datos optimistas

- A los seis meses de actuación y después de una devaluación como la decidida el 12 de julio, prevemos que el déficit corriente pase de 5.000 millones de dólares, temidos en julio, a 3.000 millones; que la inversión extranjera aumente, para ejemplo de los empresarios nacionales; que mejore el tipo de cambio y que hayan flexionado las expectativas de aumento de precios.