Consenso en la Izquierda parlamentaria para distender las manifestaciones
Las principales fuerzas políticas parlamentarias, especialmente el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y el Partido Comunista de España (PCE), están de acuerdo en la necesidad de evitar al máximo las tensiones resultantes de las movilizaciones y manifestaciones populares, incluso llegando a restringirlas, aunque no se espera que estas restricciones se plasmen en medidas concretas, ni se juzgan éstas necesarias.
El PSOE y el PCE están de acuerdo en la necesidad de rebajar las tensiones que pueden producir las movilizaciones populares, hasta restringir éstas si es necesario, como forma de llevar a la práctica los acuerdos de la Moncloa sobre este punto. Fuentes del PCE han indicado que en la reunión mantenida por las ejecutivas de ambos partidos, el pasado martes, se produjo un consenso en torno a esta restricción.Para el PCE se trata de comprometerse a fondo con el pacto, aunque no sería preciso la adopción de medidas concretas. Las mismas fuentes han señalado que hasta ahora existía el problema de que ciertas; centrales sindicales no aceptan lo acordado, aunque también observan en la actualidad un giro hacia la moderación.
Fuentes del PSOE, por su parte, indican que no se planea ningún tipo de medidas o declaraciones concretas sobre el tema, sino que simplemente existe el consenso señalado. La actitud de este partido al respecto, según las mismas fuentes, es la reflejada en las declaraciones realizadas tras la entrevista que el miércoles mantuvo su primer secretario, Felipe González, con el presidente del Gobierno, en el sentido de que es preciso distensionar el tema de las movilizaciones.
La actitud de la UCD, en una línea similar, se resume en la necesidad de que las fuerzas políticas mantengan el consenso necesario para no complicar un tema ya de por sí grave, y cumplir lo ya pactado, pero tampoco se cree en la necesidad de nuevos acuerdos expresos sobre el particular. Por otra parte, en este partido se juzga que el PSOE ha girado hacia una actitud más moderada, impresión que en cierto modo comparte el PCE.
Los extraparlamentarios se quedan solos
En cuanto a la opinión de ciertos sectores de que los grupos extraparlamentarios puedan utilizar las movilizaciones para crear climas de tensión, fuerzas parlamentarias responsables indican que no se tiene realmente prevención contra estos grupos, sobre todo, porque no se les considera con capacidad movilizadora suficiente. De todas formas, aunque se considera que estos grupos están en su perfecto derecho de no aceptar los pactos, la actitud generalizada será dejarlos solos en este tipo de iniciativas.Entre estos mismos grupos hay diferencias entre las expectativas sobre el tema, desde los que esperan que se produzca algún tipo de medidas restrictivas concretas hasta los que opinan que simplemente puede producirse un endurecimiento.
Asimismo, algunos de estos grupos temen que se produzca una discriminación contra ellos, en línea con el anuncio realizado por el Gobierno tras el Consejo de Ministros del pasado martes y la complicidad de los grandes grupos de la izquierda en la operación. Asimismo, estos grupos denuncian y rechazan la imagen de anticivilizados que desde ciertos sectores se les quiere atribuir.
Otros de estos grupos, por el contrario, opinan que se trata de una restricción general del derecho de manifestación, aunque el Gobierno quiera presentarla como medida contra los extraparlamentarios. Estos mismos sectores no creen que la izquierda parlamentaria, especialmente el PSOE, haga causa común con el poder en la operación, de la que el Gobierno sería, desde esta óptica, el responsable principal.
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