"Operación limpieza" en el Madrid nocturno para evitar los atracos a taxis

Desde hace algunas semanas, dentro de las oleadas cíclicas de robos, los taxistas han sufrido especialmente la visita de los atracadores. A petición de los propios taxistas se ha montado en Madrid un sistema de controles policiales, nocturnos que, según palabras de Juan José Rosón, gobernador civil, tienen una misión «casi específicamente de prevención de robos a taxis». Desde el pasado lunes es habitual ver en Madrid, por la noche, los destellos de las luces azules y numerosos policías, metralleta en mano, efectuando controles.

La operación, en la que también interviene la Policía Municipal, fue acordada en el curso de dos reuniones del gobernador civil con los representantes de las dos principales agrupaciones del taxi. En la última de ellas, a la que asistieron asimismo, el jefe superior de Policía y el jefe de la Policía Municipal, se llegó al acuerdo de que no sólo habría puestos de control fijos, como se hizo el pasado mes de abril ante una ola de atracos similar a la actual, sino que operarían otras unidades móviles en distintos puntos de Madrid.Ante esta decisión gubernativa, el mismo lunes más de 150 miembros de las Brigada de Orden Público y de Investigación Regional, personal de distintas comisarías y Policía Municipal, a bordo de numerosos jeeps, Seat 131 y vehículos particulares, se distribuyeron por las zonas de la Cruz de los Caídos, Aluche, Moncloa, Legazpi, Puente de Vallecas, Villaverde, plaza de Castilla, Vicálvaro y la plaza Elíptica.

Durante los primeros días de la semana, en alguno de los citados puntos, la presencia de la policía se realizó desde primeras horas de la noche de forma patente, al montarse auténticos controles de tráfico no sólo para los taxis, sino para todos los automóviles que circulaban por las principales calles.

El modo de operar de estos controles consiste en la presencia de un policía en el centro de la calzada, que ordena al conductor de un automóvil su desviación hacia uno de los lados de la calle. Allí varios agentes armados cubren la parte trasera del vehículo en tanto un agente solicita la documentación a los ocupantes del coche.

El jefe superior de Policía informó sobre el tema el pasado miércoles que la operación tenía un doble objetivo: servir como puestos de vigilancia a los que pudieran acudir los taxistas, en caso de sospecha, y unos controles móviles que durante el tiempo que esté montado el servicio pararan a los automóviles, especialmente a los taxis, para identificar a los viajeros. «Por el momento, los resultados parecen satisfactorios, ya que el mismo martes fueron detenidas cerca de veinte personas, quince de ellas consideradas en medios policiales como delincuentes habituales. Asimismo se han recuperado automóviles, a los que se les había practicado el puente, y numerosos útiles de robo.»

"No sabemos dónde están los controles"

Sin embargo, esta opinión optimista sobre los frutos de los controles policiales no es compartida, por ahora, por gran parte de los 2.000 taxistas que trabajar durante la noche. La razón podría estar en el desconocimiento casi absoluto de la situación de estos controles policiales. Junto a este desconocimiento, otros no creen en la eficacia de esta vigilancia.

«No entendemos cómo, si ya se han montado, no se nos ha informado de dónde están. La otra vez llevábamos una lista con los sitios donde podíamos encontrar a la policía para pedirle que identificara a los viajeros. Ahora sabemos que están por ahí, pero seguimos siendo atracados», manifestaron algunos conductores de taxis a EL PAIS. «Los controles infunden respeto a los asaltantes, pero es lo único para lo que sirven. Si un tío quiere robarme el dinero, lo mismo me lo va a quitar en la Gran Vía que en el extrarradio. Además, los delincuentes se conocen todas las medidas policiales; ya vio usted cómo a pesar de los controles el lunes fue atracado otro compañero.» Otros taxistas manifestaron, por su parte, que los controles ahora montados eran efectivos por el hecho de que se patrullan zonas en las que los delincuentes actuaban hasta hace unos días impunemente. «A esto se tendrían que añadir medidas complementarias, como la adquisición de unas cajas en las que se metieran los billetes y no se pudieran sacar. Claro que si la moda de ahora es llevarse el coche, no arreglamos nada.» En lo que unos y otros estuvieron de acuerdo es que los controles policiales podrían ser interesantes siempre que se mantuvieran durante cierto tiempo «y no durante una semana, como duró cuando los pedimos en abril».

Ante esta petición, el jefe superior de Policía informó que mantener más de 150 agentes durante mucho tiempo excedía de las posibilidades actuales de la Dirección General de Seguridad. «Sin embargo, se mantendrán todo e tiempo que haga falta, aunque no tenemos límite previsto. Lo mismo puede durar una semana que un mes.»

Lo que sí es seguro es que en los próximos días el número de detenciones se multiplicará por diez, a base del arresto de ladrones de automóviles, maleantes habituales y ladrones de diversa importancia.