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Especulaciones sobre una próxima entrevista Sadat- Dayan en Marruecos

La aplicación de las decisiones adoptadas por los países firmantes del acuerdo de Trípoli ha motivado una serie de idas y venidas de dirigentes árabes entre los que el presidente sirio Hafed el Assad y el líder palestino Yasser Arafat son los más activos. En el otro campo la actividad de las cancillerías no disminuye, considerándose la eventualidad de una nueva entrevista entre el presidente egipcio, Anuar El Sadat, y el ministro de Relaciones Exteriores israelí, Moshe Dayan, a cuya preparación no sería ajeno el rey de Marruecos, Hassan II, y que, incluso podría tener como escenario Rabat.Según la prensa francesa, Marruecos jugó ya un papel destacado en la preparación de la visita de Sadat a Jerusalén. Meses atrás, el territorio marroquí, donde hay una importante comunidad judía bien relacionada con las autoridades, ha sido lugar de enlace de dirigentes israelíes con relación al mundo árabe. El anterior primer ministro de Israel, Isaac Rabin se trasladó discretamente, cuando aún desempeñaba el cargo, a Marruecos el 9 de octubre de 1976. En fecha más reciente, el ministro de Asuntos Exteriores, Dayan, hizo un viaje secreto a Fez donde se entrevistó con Hassan II el 16 de septiembre. Dayan aprovechó una escala en París para desaparecer durante veinticuatro horas de la capital francesa y los miembros de su séquito intentaron hacer creer que había permanecido todo el tiempo en la habitación del hotel.

El presidente argelino Huari Bumedian habría aprovechado su estancia en la capital libia para informar a los demás participantes que los acontecimientos que tienen como marco el Oriente Próximo revelan la existencia de una estrategia común a El Cairo, Rabat y Washington, con el propósito de neutralizar a la resistencia palestina.

Los argelinos recuerdan que fue precisamente en Rabat en ocasión de la séptima «cumbre» árabe donde se tomó la decisión de condenar cualquier acción política unilateral de una de las partes del campo de batalla.

A pesar de que la cita en la capital libia reunió a sólo cuatro de los veintiún países que forman la nación árabe, la postura adoptada en ella se cree en Argel que no será rechazada «a priori» por los moderados. Los Emiratos Arabes Reunidos ya han hecho saber oficialmente que aprueban esos principios y se espera que otras capitales del golfo arábigo se pronuncien en el mismo sentido.

En la reunión iniciada ayer en Damasco entre el presidente sirio Hafez El Assad y el rey Hussein de Jordania, se estaría preparando una fórmula adecuada de «participación» de este último país a la plataforma política adoptada en Trípoli. Fuentes diplomáticas árabes de la capital argelina consideran muy probable que Jordania y Arabia Saudita, donde se trasladará próximamente Hussein, se declaren dispuestas a mantener su apoyo a Siria, una vez hayan recibido garantías de que Damasco no desea aislar políticamente a Egipto y lamenta, en consecuencia, la ruptura de relaciones diplomáticas.

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