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Los vecinos de Orcasitas no pudieron ver a Garrigues

Las quinientas personas, vecinos del poblado dirigido de Orcasitas, que se concentraron ayer ante el Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo fueron desalojadas violentamente por la policía antidisturbios, sin que pudieran ver al ministro, señor Garrigues, que no se encontraba en su despacho. La policía cargó cuando ya se había llegado al acuerdo de que una comisión subiera a hablar con el director general de la Vivienda, Manuel Díaz. Dieciséis personas resultaron heridas leves, según fuen-. tes de la Asociación de Vecinos.También un policía recibió un golpe asestado con una pancarta.

La concentración de ayer era el último acto de las jornadas de trabajo decididas por los habitantes del barrio en asamblea, destinadas a presionar al Ministerio para que éste cumpla los acuerdos firmados en octubre pasado sobre la remodelación del poblado dirigido.

Ante la negativa de los vecinos, que no cesaron prácticamente de cantar el No nos moverán y diversas frases relacionadas con los problemas de Orcasitas, a dispersarse, se gestionó una entrevista con el citado director general de la Vivienda.

Cuando la comisión estaba ya subiendo las escaleras, el capitán que mandaba las fuerzas exigió que previamente se despejara la acera de entrada. Varios policías comenzaron a empujar la primera fila de manifestantes, y a cargar seguidamente al encontrar resistencia. A base de porras y botes de humo fueron dispersándolos. Algunos vecinos contraatacaron con los palos de las pancartas.

Según el Gobierno Civil de Madrid: «Cerca de un millar de habitantes de Orcasitas se manifestaron ilegalmente esta mañana frente al Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo, para reivindicar temas relativos a su barriada.

Los servicios policiales que habían montado vigilancia en los Nuevos Ministerios advirtieron a los presentes que no se había solicitado permiso para la concentración y que, por tanto, era ilegal tratando de convencerlos de su dispersión pacífica. Sobre las once y media, y como quiera que los manifestantes no deponían su actitud y que algunos mostraban de palabra y obra su agresividad, el oficial al mando de la fuerza ordenó dar tres avisos reglamentarios para que se dispersaran, lo que hizo la mayoría, quedando unas doscientas personas que, primero con insultos, y arrojando piedras y golpeando con palos de pancarta y barras de hierro a los agentes depués, les hicieron frente cuando dispersaban la zona, que quedó tranquila poco después de las doce.

En su huida, los manifestantes dejaron una bolsa con piedras, un estilete abierto, dos barras de hierro envueltas en cinta adhesiva y otros objetos utilizados contra las fuerzas del orden, entre las que se registraron tres heridos.

Dieciocho manifestantes, tras su enfrentamiento con la policía, se trasladaron a la clínica 1º de Octubre y dos más a La Paz, donde solicitaron que se les observaran las contusiones, todas ellas leves, según hicieron constar los médicos de guardia, recibidas en los citados enfrentamientos, según manifestaron.

Las veinte personas, que están siendo citadas para la práctica de las oportunas diligencias, serán puestas a disposición judicial por su posible participación en delito de agresión a la fuerza pública.

De otro lado, se ha iniciado una investigación para determinar la. responsabilidad de alguna asociación de vecinos o de sus directivos por comisión de actos ilícitos, a efectos de los pertinentes procesos de los que pueden derivarse la inhabilitación o suspensión de funciones.»

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