Luis Dominguez Chávez,

médico y profesor salmantino, ha asegurado que tiene razones para sospechar que el cráneo de Goya se encuentra en la fosa común del cementerio de Salamanca. «Bien podría ser -dice- que la calavera depositada en abril o mayo de 1936 en dicho lugar fuera la del genial pintor, desaparecida de su tumba, de Burdeos, cuando se exhumaron sus restos para traerlos a España. Es posible que el devoto ladrón fuera Dionisio Fierro, pintor bohemio que vivía en París; que de éste la heredara su hijo, estudiante de medicina en Salamanca, y que tras servir de modelo para una Santa Cecilia de Rodríguez Zea, pasara a las manos de Luis Domínguez Rodríguez, quien la devolvió a tierra sagrada y secreta en los últimos días de su vida. »