En 1985, un 26% de la electricidad será de origen atómico

Las centrales nucleares ocupan un destacado lugar en el Plan Energético elaborado por la Administración Carter, y para 1985 se espera que un 25% de la electricidad consumida en Norteamérica procEda de la energía atómica, -mientras que ahora sólo tiene este origen aproximadamente un 9%. Un reciente informe del Consejo de Recursos Energéticos cifraba en 63 el número de plantas atómicas en funcionamiento en todo el país a finales del pasado año, con una potencia total superior a los 46.000 megavatios. Existían proyectos de construcción de otras 173 centrales nucleares, que tendrían una potencia total cercana a los 190.000 megavatios.

Sin embargo, el ambicioso programa nuclear estadounidense, que se inició hace una veintena de años, con los famosos átomos para la paz, ha sufrido importantes retrasos en los, últimos tiempos. De una parte, los altísimos costos de capital que requiere ¡a construcción de una planta atómica, unido a la incertidumbre sobre el precio y la disponilbilidad futura del uranio, contribuyeron e, que muchas -de las centrales en proyecto fueran canceladas o pospuestas.Contestación popular

A los problemas de financiación se han sumado en los últimos años fuertes críticas, que si bien no han alcanzado hasta ahora el nivel de movilización popular a que se ha llegado en algunos países europeos, sí que han contribuido a deteriorar el programa inicial. Las pirincipales críticas fueron dirigidas a la elección de los lugares para instalar Las plantas atómicas, a los escogidos para el almacenamiento de los residuos radiactivos y a la seguridad, ante una emisión de raüÍactividad o un posible acto de sabotaje por grupos terroristas.Los defensores de la energía

atómica, entre los que se cuenta el

nuevo ministro de Energía, James

Schlesinger, argumentan que en

los años de funcionamiento que

han tenido hasta ahora todas las

centrales atómicas estadouniden

ses no se ha producido ni una ' sola

muerte por accidente y que ex

haustivos estudios han demostrado

que las probabilidades de una

catástrofe son muy bajas.

No piensan lo mismo, sin embargo, los componentes del Consejo para la Calidad Ambientat una pequeña agencia que tiene por misión informar al presidente de los problemas relacionados con la ecología y el medio ambiente. Hace unas semanas advirtió al presidente Carter que si no se encuentra una rápida solución al problema del almacenamiento de los residuos de las plantas atómicas el programa de construcción de nuevas centrales debería interrumpirse.- Otra agencia federal, la General Aecounting Office, señalaba también muy recientemente que el más grave problema de la energía atómica radica en el almacenado de los residuos.Cuando el presidente Carter anunció, el pasado mes de abril, su ambicioso programa energético, que tantos descalabros está sufriendo a manos del Senado, ded" una pequeña parte del mismo a la energía atómica y puso el énfasis en aquellas medidas que sirvieran para contener la proliferación. Además, Carter anunció la suspensión por tiempo indefinido del pAffier reactor experimental norteamericano del tipc> breeder, o reproductor, lo que provocó tambilén una fuerte oposición en las cámaras legislativas. Los reactores reproductores funcionan con plutonio y tienen la característica de producir más combustible del que consumen, con lo- que se crea un .excedente de *Plutonio, principal componente de las bombas atómiCILS

La suspensión de este programa fije muy criticada, ya que en algunos círculos v'inculados a la energía atómica se piensa que esta medida supondrá simplemente un retraso tecnológico de Estados Unidos frente a otros países y especialmente Francia, que está muy &vanzada en ¡a tecnología del plutonio. Pero Carter mantiene que los riesgos de los reactores reproductores son muy superiores a sus ventajas y parece decidido a seguir adelante con sus planes.

En un sistema político como el norteamericano, donde las diferencias de programa entre los dos partidos son mínimas, no existe una clara oposición a la política nuclear del partido en el poder por parte de su adversario. Las críticas, provienen generalmente de los lobbies o grupos de presión, que defienden determinados intereses económicos. Por otra parte, las grandes compañías petrolíferas, a las que criticó con dureza Carter hace unas semanas, suelen tener importantes inversiones en otros campos energéticos, incluido el nuclear. El problema principal provendría del carbón, que pasará a ocupar un lugar muy importante en las fuentes energéticas norteamericanas, según el programa presidencial.Atención a las fuentes sustitutivasJunto al desarrollo de la energía atómica que incluye el Programa Energético presidencial, se contiene también la búsqueda de nuevas fuentes de energía y, especialmente, la adopción de medidas que corten el aumento de la demanda. En el capítulo de conservación de energía se anuncian medidas de subvención a los programas de aislamiento térmico y la penalizaciónpor el consumo excesivo de gasolina y otros combustibles. La meta del Plan Energético es reducir a un 2 % el aumento anual del consumo ' mientras que en los pasados años este incremento fue de¡ 3,6% anual,

La energía solar y la geotérmica están presentes en el plan, si bien su importancia es sólo muy relativa. Un sistema de exenciones fiscales y de subvenciones contribuirá a la implantación de sistemas de calefacción solar en nuevos edificios, muchos de ellos propiedad del Gobierno federal o estatal.

Mientras el Senado trabaja en la adopción de normas que regulen la seguridad dentro de,las centrales nucleares y uno de cuyos capítulos más destacables será el derecho de los guardias armados que vigilen las mismas de disparar contra intrusos, aunque no sea en estricta defensa propia, las dos más importantes compañías constructoras de plantasnucleares, la General Electric y la Westinghouse, sufrían un progresivo descenso de sus pedidos, hasta el punto de que los contratos en el extranjero han pasado a ser su principal fuente de ingresos.Centrales nucleares en EEUUA principios de 1976 existían en Estados Unidos un total de 69 centrales nucleares, veinte de las cuales eran de BWR, que desarrollaban un total de 20.869 megavatios; 48 lo eran de PwR, con una potencia instalada de 50.892 megavatios, y una HTR, co- n 342 megavatios.