Pronto llegará a Vizcaya uranio para la central de Lemóniz

La comisión de defensa de una Costa Vasca no nuclear anuncia que en fecha próxima Iberduero, SA. trasladará a Vizcaya el uranio enriquecido que precisa para efectuar las pruebas nucleares de Lemóniz, lo que significa que de hecho se va a nuclearizar la zona, pese a que están en proceso de tramitación varios expedientes y denuncias que previsiblemente tardarán años en llegar hasta el Tribunal Supremo.Los miembros de la comisión recuerdan que aún hoy, pasado ya medio año desde la iniciación de las obras y a falta tan sólo de unos meses para su puesta en marcha, todo lo construido se ha hecho bajo una simple licencia provisional, sin garantías de seguridad y control, con unos materiales que en un 60% -todo lo fabricado en España- carecen del sello ASME, exigido en Estados Unidos, y sobre un lugar calificado como rural y de parque.

Se añaden a todo ello deficiencias en los estudios hidrogeológicos y sísmicos, la falta de emplazamientos alternativos, la manipulación repetidamente denunciada de los datos demográficos, la ausencia de estudios para evacuar la zona en casó de emergencia, incluyendo el Gran Bilbao, y la omisión de la incidencia negativa que el proyecto tiene sobre los recursos turísticos, agropecuarios o piscícolas.

A este complejo de irregularidades administrativas y técnicas se han venido a sumar ahora los problemas detectados en la central norteamericana de North Anna, que es justamente la que ha servido de referencia para construir la de Lemóniz, según la autorización de construcción publicada en el Boletín Oficial del Estado (30-3-74). Los problemas detectados en el sistema de refrigeración y en los estudios sísmicos de North Anna pueden repetirse en la de Lemóniz con probabilidad.

La comisión denuncia, por último, la falta de contestación a sus múltiples denuncias, que pese a la gravedad de algunas acusaciones no han merecido la más mínima respuesta por parte de la empresa constructora o la Administración. Las obras siguen adelante, incluso ante el silencio de los parlamentarios vascos, que no han tomado cartas en el asunto, pese a las masivas manifestaciones populares que se han opuesto a esta central nuclear.