La Diputación de Navarra decidirá hoy sobre la reintegración foral plena

La Diputación Foral de Navarra se reunirá hoy, en sesión extraordinaria, para, a la vista de los informes que presentarán los diversos departamentos forales, tomar una decisión con respecto a la reintegración foral plena que pretende conseguir para Navarra. Parece poco probable que la actual corporación, compuesta por siete miembros, en su empeño por lograr la reintegración foral, dé un giro en su estrategia política y opte por democratizarse, como vienen pidiendo insistentemente todos los partidos políticos de la provincia con la excepción de Alianza Foral Navarra (AP).

No se conoce, de momento, cuál va a ser la estrategia de la Diputación en orden a conseguir la plena reintegración foral de Navarra, aunque en medios competentes consultados por EL PAIS se estima que el carácter franquista de algunos de los diputados forales -cuatro de éstos en la última sesión del Consejo Foral manifestaron abiertamente que se consideraban franquistas- y el escaso progresismo de los organismos y entidades a los que la Diputación encargó, el pasado mes de agosto, los informes sobre la reintegración foral, pueden ser las notas determinantes.

El Consejo Foral es la clave

El Consejo Foral, órgano al que la Diputación debe someter todas las cuestiones relacionadas con el fuero, es el caballo de batalla actual. Todos los partidos de la oposición han manifestado su postura al respecto. Entienden que el actual Consejo Foral debe dimitir dando paso a un nuevo consejo que estaría compuesto por representantes de los partidos que concurrieron a las pasadas elecciones, en base a los votos conseguidos por cada partido y de forma proporcional por cada una de las merindades de que se compone Navarra.El actual Consejo Foral administrativo de Navarra, rechazado por todos los partidos democráticos, está compuesto por 57 vocales: los siete diputados forales, tres ex diputados, doce representantes de las fuerzas vivas (Cámara de Comercio, Asociación de la Industria, Propiedad Urbana, dos de entidades confines de cooperación, dos del Colegio de Abogados, dos de las clases sanitarias, uno del secretariado local navarro, uno de la Universidad de Navarra, y otro de las entidades o asociaciones profesionales y culturales), tres de la dirección social, encuadrada en el antiguo Consejo de Trabajadores, tres representantes del Consejo de Empresarios que estén dentro de la desaparecida Organización Sindical y veintinueve representantes de los ayuntamientos. Como presidente debe figurar siempre el vicepresidente de la Diputación y como secretario el mismo que tenga la corporación foral.

La Diputación, incapaz

Con la actual composición, los partidos consideran que ni el Consejo Foral ni tampoco la Diputación (cuyos diputados se han venido eligiendo entre los representantes de los ayuntamientos) está capacitada para negociar con el Estado ninguna de las cuestiones importantes que Navarra tiene actuaImente planteadas: el proyecto preautonómico para Euskadi, la reintegración foral plena, la autonomía hidráulica, etcétera. Incluso la visita del vicepresidente de la Diputación Foral de Navarra, Amadeo Marco al ministro para las Regiones, Manuel Clavero el pasado jueves, se ha interpretado como una llamada de atención por parte del Gobierno para que la Diputación decida de una vez comenzar la democratización de las instituciones forales, para que sean éstas quienes decidan si Navarra debe ir hacia una unión de tipo confederal con las otras tres regiones vascas, en defensa de intereses comunes