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Schmidt propone diez años para la incorporación de España a la CEE

Una cierta frialdad en las respuestas y en los planteamientos del canciller alemán, Helmut Schmidt, ha sido la nota que ha tras cendido tras su encuentro con el presidente Adolfo Suárez en Bonn, ayer por la mañana. El freno a la entrada-de trabajadores españoles en Europa y la posibilidad de que nuestro país necesite diez años para integrarse en la Comunidad Económica fueron dos crudos planteamientos del canciller alemán.

El viaje del señor Suárez a Bonn y Bruselas se inició ayer en la capital federal alemana y continuará hoy en Bélgica. La primera etapa concluirá esta mañana con un desayuno de trabajo al que asistirán el presidente del Gobierno español y el ministro de Asuntos Exteriores alemán, Hans Dietrich Henscher.Ayer, el canciller Schmldt se mostró muy cauto en cuanto a posibles fórmulas de cooperación con España. Tras un sí incond 1ciorial a nuestra incorporación al Mercado Común, matizó que esa incorporación no se producirá antes de diez años y, sobre posibles inversiones o apoyos económicos directos a España por parte alemana,se limitó a recomendar a los empresarios privados que inviertan en nuestro país.

Más tarde, en una rueda de prensa, el señor Suárez destacó que, en su opinión, la incorporación de España al Mercado Común se producirá antes de esos diez años, y será plena, aunque puedan quedar pendientes de discutir aspectos técnicos, una vez dentro del organismo comunitario.

Por la tarde, representantes de la mayoría de las organizaciones democráticas españolas en la República Federal de Alemania- PSOE, UGT, CCOO y otros- expusieron al presidente Suárez un catálogo de reivindicaciones.

La jornada concluyó con una cena, ofrecida al señor Suárez por el señor Schmidt, en la que pronunciaron discursos ambos estadistas.

El presidente Suárez destacó el momento político español: « La democracia, señor canciller, es en España un hecho irreversible», y señaló las dificultades económicas existentes y las esperanzas que suscita el «pacto de la Moncloa».

Sobre el ingreso en el Mercado Común destacó, especialmente, que España desea incorporarse a la organización europea en igualdad de derechos y responsabilidades, y aseguró que cualquier fórmula escalonada de integración incompleta o subordinada no sería aceptable.

Terminó con un extenso elogio a la República Federal de Alemania por su política ante el terrorismo y la violencia.

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