Podrían peligrar los sanferminess

En la reunión de ayer para la reforma del reglamento taurino, celebrada en la Dirección General de Seguridad, hubo fuerte polémica acerca de lo que el artículo 46 debe regular sobre los encierros. Los representantes de los toreros eran partidarios de que prohiba terminantemente que se corran por calles o plazas públicas toros que posteriormente han de ser lidiados.Esta proposición, que fue discutida a lo largo de más de dos horas, podría plantear la. supervivencia de encierros tradicionales, entre ellos los sanfermines, que son la base insustituible de las mundialmente famosas fiestas de Pamplona. Los toreros aclararon que no tienen ningún tipo de reparo contra los encierros, siempre que las reses que se corran en los mismos no estén destinadas a la lidia. Y dejaron bien sentado que si comprenden las razones que justifican la celebración de encierros, no es menos comprensible la necesidad de que los toreros tengan totales garantías; de que los toros con que se enfrentan no están resabiados.

El tema, que es muy delicado, dado que la solera y raíz popular de estas fiestas son incuestionables, y además hay en torno de ellas fuertes intereses de diversa índole, no se agotó en la sesión de ayer y se acordó dejar para la tarde de hoy la redacción del artículo que lo contempla. De prosperar la propuesta de los toreros, los encierros de Pamplona quedarían suprimidos, a no ser que se hicieran con toros distintos a los que se destinen a las corridas.

La proposición de que puedan celebrarse capeas con vaquillas al finalizar los festejos formales tuvo buena acogida, aunque no se adoptó ninguna decisión al respecto, pues esta innovación formaría parte, también, del artículo 46.