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Inaugurado el Museo do Pobo Galego

El ministro de Cultura, Pío Cabanillas, inauguró ayer en Santiago el Museo do Pobo Galego, vieja aspiración cultural de Galicia, que tuvo sus antecedentes en los tiempos de la Generación Nos y del Seminario de Estudos Galegos y que sólo ahora ha podido plasmar gracias al trabajo y la inquietud de un grupo de promotores galleguistas, entre los que figuran Rafael Baltar, Xaqoin Lorenzo, Carlos García Martínez, Xusto Beramendi, Isaac Díaz Pardo, Garbía Alén, Garbía Bodaño, Acuña Castroviejo y otros estudiosos de la cultura gallega.

El nuevo museo, del que ya habló Castelao en sus mítines durante la campaña del Estatuto de Autonomía de 1936, abrió sus puertas en el antiguo convento de Santo Domingo, en locales cedidos por el Ayuntamiento de Santiago. Por ahora, sólo tres salas están disponibles y aparecen dedicadas a la exposición de cerámica popular, cestería y tejidos. La inversión realizada no pasa, por el momento, de millón y rriedio de pesetas, pero sus promotores dicen que sería necesario disponer rápidamente de otros doce millones para que el museo pueda desarrollarse bajo su idea matriz, que es la de mostrar la antropología cultural y social de Galicia en sus manifestaciones más vivas y de una manera dinámica. «Queremos que este museo sea de todos los gallegos» -dicen los promotores- y que no constituya solamente una exposición de objetos históricos, sino un proceso dialéctico que muestre cómo fue y cómo está siendo Galicia.»Para cumplir esos objetivos el museo se propone, además de recoger piezas y datos de la historia gallega, dotar a esta recogida y posterior muestra de algo que tenga vida propia. Investigaciones, ciclos de conferencias, cursillos sobre artes y oficios populares, divulgación, en suma, de la cultura popular gallega, van a ser el camino que lleve este museo al pueblo de Galicia, según anuncian quienes lo han promovido. «Nos proponemos -declaró ayerel secretario del museo, Xusto Beramendi- llevar a cabo un amplio proceso de investigación y de divulgación populares. Pensamos para ello organizar ciclos de conferencias, proyectar películas y exponer documentos y piezas muy variadas de la historia gallega, y no sólo en Santiago. Pretendemos llevar el museo a las ciudades, a las villas y a los pueblos de Galicia. En este sentido nos parece incluso que debemos promover las fiestas populares como un exponente más de esta cultura que ahora tratamos de recoger y exponer. »

El ministro de Cultura se mostró muy interesado por la experiencia. Afirmó que no había viajado a Santiago con el fin exclusivo de inaugurar un museo sino para ofrecer el apoyo y la colaboración que su departamento debe y quiere brindar a este tipo de obras.

Hasta ahora el Museo do Pobo Galego se sustenta con pequeñas subvenciones que proceden de la fundación Barrié de la Maza, la antigua Comisaría de Museos, el Colegio de Arquitectos de Galicia y la banca privada.

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